Los latinos y los afroamericanos de Estados Unidos invirtieron más que los blancos en las criptomonedas con la ilusión de una riqueza rápida y mucho más equitativa, sueño que se ha hecho trizas para muchos después del desplome de estas divisas digitales.
Un inversor en dogecoin, una criptomoneda creada originalmente como una broma pero cuyo valor aumentó y cayó al ser promovido por Elon Musk, presentó este jueves una demanda de US$ 258,000 millones contra el multimillonario y sus empresas Tesla y SpaceX.
Keith Johnson, presentado en la demanda como "un ciudadano estadounidense que fue defraudado con dinero por la estafa piramidal criptográfica de Dogecoin", denunció a Musk y sus empresas, alegando que constituyen una empresa de crimen organizado ilegal para inflar el precio de Dogecoin.
Tesla empezará a aceptar la criptomoneda dogecoin como forma de pago en algunos productos de la compañía, aunque no en vehículos, según informó este martes a través de su cuenta de Twitter el consejero delegado de la compañía, Elon Musk.
En los últimos meses las criptomonedas han sido utilizadas para pagar rescates de millones de dólares en varios ataques cibernéticos en los que se secuestraron datos de empresas, entre ellas la compañía cárnica JBS y el oleoducto Colonial.
El bitcóin caía más de un 7% el viernes, en una jornada en la que varios tuits del jefe de Tesla, Elon Musk, en los que parecía lamentar haber roto con la criptomoneda, volvían a mover los mercados.
El mercado de las criptomonedas volvió a registrar fuertes fluctuaciones vinculadas en buena medida a palabras del fundador de Tesla, Elon Musk, que en este caso beneficiaban al dogecoin, una cripto creada en 2013 a modo de broma y que se ha popularizado en los últimos meses.
"Con el tremendo crecimiento y la relevancia de la criptomoneda junto con el alcalde Francis Suárez liderando la carga del boom tecnológico de Miami, sentimos que tenía sentido presentar la criptomoneda como una opción para que nuestros huéspedes paguen por su salida nocturna", dijo DeGori.
