VALORES MORALES
¿Cuál es el mejor amigo del hombre?
Desde siempre el hombre buscó saber quién era su mejor amigo. Y esto es algo natural. Es tan natural como buscar saber qué es bueno para cada uno, o saber qué es lo que nos hace bien:
Desde siempre el hombre buscó saber quién era su mejor amigo. Y esto es algo natural. Es tan natural como buscar saber qué es bueno para cada uno, o saber qué es lo que nos hace bien:
La Biblia habla mucho del agradecimiento, y también de la falta de él. Dios nos conoce y nos diseñó de tal manera que podamos prosperar si somos humildes, íntegros y agradecidos. No podemos tener comunión con Él cuando somos arrogantes, deshonestos y desagradecidos.
Honramos el Santísimo Nombre de Jesús no porque creamos que existe un poder intrínseco escondido en las letras que lo componen, sino porque el nombre de Jesús nos recuerda todas las bendiciones que recibimos a través de Nuestro Santo Redentor. Honramos también su Santísima Cruz.
Luego del “quiero ser santo” traducido como “quiero hacer la voluntad de Dios”, es necesario visualizar con claridad al enemigo. Estamos en un combate (Job 7,1), y no hay combate sin adversario, y no hay adversario capaz de ser vencido sino es conocido
Alimentación orgánica saludable, centros de salud física, tomar varios suplementos vitamínicos, escapadas de vacaciones a hoteles exóticos, y muchos otros son todos intentos por mantener una buena salud corporal.
Obispos y doctores de la Iglesia. Basilio, obispo de Cesarea de Capadocia (hoy en Turquía), apellidado “Magno” por su doctrina y sabiduría, enseñó a los monjes la meditación de la Escritura, el trabajo en la obediencia y la caridad fraterna, ordenando su vida según las reglas que él mismo redactó.
La división del tiempo, en años, meses y días, tiene algo de convencional. Hasta cierto punto nuestra vida es un continuo, sin que los momentos más significativos de nuestra existencia se ajusten, como por decreto, al ritmo del calendario. No obstante, el tiempo está ahí, marcando etapas.
Comenzar algo siempre nos llena de entusiasmo. Un nuevo trabajo, un nuevo proyecto, una nueva relación trae consigo esperanzas y expectativas. En realidad poner “la primera piedra” de un edificio es relativamente sencillo. Pero poner “la última piedra” no es tan fácil.
Es el mejor de los comienzos posibles para el santoral. Abrir el año con la solemnidad de la Maternidad divina de María es el mejor principio como es también el mejor colofón. Ella está a la cabeza de todos los santos, es la mayor, la llena de Gracia por la bondad, sabiduría, amor y poder de Dios.
San Silvestre I, papa, que piadosamente rigió la Iglesia durante muchos años, período en el cual el emperador Constantino Augusto construyó basílicas venerables, y el Concilio de Nicea aclamó a Cristo como Hijo de Dios. En este día su cuerpo fue enterrado en Roma, en el cementerio de Priscila († 335).
Hoy se celebra la fiesta de la Sagrada Familia y la Iglesia nos invita a mirar a José, María y al Niño Jesús, quienes desde un principio tuvieron que enfrentar peligros y el exilio a Egipto, pero demostrando que siempre el amor puede más que la muerte. Ellos son reflejo y modelo de toda familia.
El dolor es un reloj. Es algo lleno de ingenio que sirve para partir el tiempo en una enormidad de trozos pequeños, muy pequeños. Es algo realmente útil, porque con sus dos agujas divide las horas de alegría y las de abatimiento. El dolor puede ser muy perjudicial, si no se vive bien.
Como se ha repetido hasta la saciedad es una época llena de desconciertos y paradojas. Rica en medios, pobre en fines. Muchas personas, aunque no carezcan de las cosas materiales necesarias, se sienten más solas, abandonadas a su suerte, sin lazos de apoyo afectivo.
“Santo Tomás Becket fue el defensor del clero frente a las injerencias del poder civil encarnado por el monarca inglés Enrique II, del que fue su canciller y amigo, este arzobispo fue decapitado en el interior de la catedral donde se hallaba orando”
Esto es lo que muchos de nosotros pretendemos ser ., sobre todo en los años en que somos jóvenes y desde luego hasta muy entrada la etapa de adultos, pasado este periodo, pero más bien muy pasado, cuando se inicia la senectud, el hombre, no todos desgraciadamente.
"No hay nadie peor que el avaro consigo mismo, y ese es el justo pago de su maldad": Jacob Mathan. La avaricia es el afán o deseo desordenado y excesivo de poseer riquezas para atesorarlas. La codicia, por su parte, es el afán excesivo de riquezas, sin necesidad de querer atesorarlas.
El dolor –pequeño o grande-, aceptado y ofrecido al Señor, produce paz y serenidad; cuando no se acepta, el alma queda desentonada y rebelde, y se manifiesta en forma de tristeza y mal humor. La esperanza del Cielo es una fuente inagotable de paciencia y energía para el momento del sufrimiento.
Niños que fueron ejecutados en Belén de Judea por el impío rey Herodes, para que pereciera con ellos el niño Jesús, a quien habían adorado los Magos. Fueron honrados como mártires desde los primeros siglos de la Iglesia, primicia de todos los que habían de derramar su sangre por Dios y el Cordero.
¿Quién es exactamente este José? Es esa figura callada de la que se hace mención en el relato de Navidad como el esposo de María y el padre adoptivo de Jesús; y después, básicamente, ya nunca se le vuelve a mencionar más. La idea piadosa que tenemos de él es la de un hombre anciano.
Ni la historia ni la hagiografía han estado acertadas al transmitirnos la efigie física y moral del apóstol San Juan. Nos han legado de él una imagen tierna y cromática, un santo imberbe, casi feminoide, cuando, en realidad, fue un carácter vigoroso y fuerte.