Un inusual sismo con epicentro en la Costa Este de Estados Unidos sacudió el viernes a millones de personas, desde los rascacielos de Nueva York y Filadelfia hasta las zonas rurales de Nueva Inglaterra, sin causar daños de gran magnitud pero sobresaltando a una zona poco acostumbrada.
El sismo de magnitud 4,8 que sacudió este viernes el noreste de Estados Unidos ha dejado pocos daños y ningún herido, pese a ser uno de los mayores movimientos telúricos en esta zona en el último siglo, según la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul.
El presidente estadounidense Joe Biden vio personalmente el viernes las tareas para retirar los enormes restos del puente Francis Scott Key colapsado en Baltimore, al tiempo que grúas, barcos y equipos de buceo trabajan para reabrir una de las principales rutas marítimas del país.
Un sismo sacudió a la densamente poblada zona metropolitana de la ciudad de Nueva York la mañana del viernes, indicó el servicio geológico y los residentes de toda la zona noreste del país informaron vibraciones en una región donde las personas no están acostumbradas
La tragedia del puente de Baltimore, donde murieron seis trabajadores de origen latinoamericano, ha forzado al Gobierno de Joe Biden a confrontar una promesa de campaña que ha quedado en el olvido: conceder un estatus legal a los más de 11 millones de migrantes indocumentados.
El terremoto más fuerte en un cuarto de siglo sacudió Taiwán durante la hora pico de la mañana del miércoles, matando a nueve personas, dejando decenas de heridos y atrapando a docenas en canteras. Se activó una alerta de tsunami, pero luego se suspendió.
Más de 20 empresarios de la industria de la construcción pidieron este martes al presidente estadounidense, Joe Biden, que otorgue alivios migratorios a los trabajadores de ese sector tras el colapso de un puente en Baltimore que acabó con la vida de seis obreros.
Un fuerte sismo sacudió toda la isla de Taiwán durante la hora pico de la mañana del miércoles, dañando edificios y provocando un tsunami que llegó a las islas del sur de Japón.
Un barco que remolcó una barcaza con combustible fue la primera nave en usar un canal alterno para eludir las ruinas resultantes del colapso del puente Francis Scott Key de Baltimore, que cerró el tráfico hacia el vital puerto.
La Guardia Costera de Estados Unidos abrió un canal alternativo temporal para embarcaciones involucradas en el retiro de escombros del puente Francis Scott Key, que se desplomó la semana pasada en Baltimore.
Las cuadrillas están midiendo y cortando cuidadosamente el acero del puente colapsado para después fijar las correas para que pueda ser levantado en una barcaza y retirado flotando, explicó el sábado Shannon Gilreath, contralmirante de la Guardia Costera estadounidense.
Las herramientas que se necesitan en el proceso ya están listas: siete grúas flotantes — incluyendo una de las más grandes de la costa este, con capacidad para levantar 1,000 toneladas — 10 remolcadores, nueve barcazas, ocho buques de salvamento y cinco de los guardacostas.
Una grúa con capacidad para 1,000 toneladas, descrita como una de las mayores de la costa este de Estados Unidos, apareció cerca del lugar donde se desplomó un puente en Baltimore mientras los trabajadores se aprestaban el viernes a retirar los escombros.
Investigadores forenses en Sudáfrica buscaban el viernes cadáveres de víctimas luego que un autobús que trasladaba a peregrinos a un oficio de Pascuas cayó de un puente y se incendió. Un niño de ocho años fue el único sobreviviente de la caída, en la que murieron al menos 45 personas.
El Mando Unificado, que incluye a agencias estatales y a la Guardia Costera, dijo el jueves que desplegó 732 metros (2,400 pies) de un dispositivo de contención absorbente y otros 732 metros (2,400 pies) de barreras para tratar de evitar la propagación de cualquier material peligroso.
Incluso antes de que la mayoría de los estadounidenses se despertaran el martes por la mañana con la noticia del colapso del puente Francis Scott Key en Baltimore, las teorías conspirativas descabelladas sobre lo que había ocurrido "realmente" corrían desenfrenadas por Internet.
Baltimore estaba durmiendo cuando un barco completamente cargado, a la deriva y sin energía, se estrelló contra el puente Francis Scott Key, derribándolo en segundos.
La orden tajante de un oficial del ajetreado puerto comercial de Baltimore fue uno de los primeros avisos de una catástrofe que, según predicen ahora los expertos, transformará el transporte marítimo en la costa este y cambiará el funcionamiento de barcos y puentes en todo el mundo.
La Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, que gestionan ambos estados, está disponible para ayudar a Baltimore tras el cierre de su puerto, inaccesible ahora por el derrumbe del puente que colapsó por el choque de un portacontenedores esta semana.
Enormes barcazas que transportaban grúas se dirigieron hacia Baltimore el jueves para comenzar el desafiante trabajo de retirar metal retorcido y concreto en un intento de crear una ruta de transporte clave bloqueada por los restos del puente Francis Scott Key.
