El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cuestionó este jueves a Cecilia Flores, líder de madres buscadoras de desaparecidos, por denunciar el hallazgo de una posible fosa y crematorio clandestinos en Ciudad de México.
En el norte de México, los cárteles de la droga suelen usar barriles llenos de diésel o sustancias cáusticas para incinerar o disolver restos humanos, pero hasta ahora ha habido escasa evidencia de ello en Ciudad de México.
La candidata presidencial opositora mexicana Xóchitl Gálvez prometió este domingo convertirse en "madre" de cerca de 250,000 niños que, según sus cálculos, han quedado huérfanos por la violencia y por la covid-19.
Cuando el gobierno anunció esta semana una reducción en la cifra de desaparecidos muchos mexicanos como Irma Orgen, quien tuvo que asumir la búsqueda de su padre ante la inacción de las autoridades, temieron por la suerte de los casos de sus familiares.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este viernes que el asesinato de la activista Angelita León, una de las líderes de buscadores de desaparecidos en la frontera con Estados Unidos, no se relaciona con su labor.
Los colectivos de familias de personas desaparecidas del estado de Sonora (noroeste de México), acusaron el lunes al gobierno de desinterés e insensibilidad, tras el hallazgo de 26 fosas clandestinas en el estado el pasado fin de semana, y denunciaron la falta de atención ante esta crisis.
La idea de la tregua, aunque pudiera parecer ingenua, es obra de la desesperación en un país con más de 110,000 personas desaparecidas y que cuenta con autoridades policiales y forenses desbordadas por la violencia y los restos de más de 50,000 personas sin identificar.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pidió este miércoles a los grupos criminales del país que tomen la iniciativa y abandonen las actividades ilícitas, como lo han pedido las asociaciones de madres buscadores de desaparecidos que buscan un pacto de paz.
Los buscadores, y los policías que a veces los acompañan, usualmente se enfocan en encontrar fosas e identificar restos humanos. Los colectivos a veces reciben pistas sobre dónde fueron enterradas las víctimas, información que probablemente solo conocen los asesinos y sus cómplices.
La alarma que han generado estos crímenes ha impelido a los organismos internacionales políticos y de derechos humanos a condenar esta violencia y pedir al Gobierno que ponga cartas en el asunto. Fue el caso del Parlamento Europeo o de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Tras conocerse que las víctimas habían superado las 100,000, el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, que agrupa a unos 60 colectivos de búsqueda, exigió igualmente a López Obrador hacer de esta crisis una "prioridad decidida de su gobierno" y no delegarla, según un comunicado.
Las integrantes de un grupo de voluntarias que buscan los cadáveres de familiares asesinados están empezando a ser blanco de los asesinos, un giro que pone a prueba las promesas del gobierno de ayudarlas a recibir el consuelo de poder enterrar a las víctimas.
México padece de fallas “críticas” en la observancia de la ley y unos de los peores niveles de asesinatos de periodistas fuera de una zona de guerra, de acuerdo con un reporte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Las autoridades exhumaron 42 osamentas de una fosa clandestina en el desierto mexicano cerca del pueblo costero de Puerto Peñasco, en el Golfo de California.
