UNA LUZ EN MI VENTANA
¡Pero que suerte tengo de ser cristiana!
Hace pocos días se fue al Cielo Don Rodrigo Fernández. Salas, don Rodri. Un hombre santo. Un sacerdote santo. A ver, no tengo ningún título en Teología ni en ninguna otra materia que me cualifique para dictaminar la santidad o no de nadie, pero a cualquiera que preguntes dirá que es ahora un santo.