Sentado en el piso de piernas cruzadas mientras su esposa y sus seis hijos servían platos con frutas en un mantel rojo, Wolayat Khan Samadzoi miraba hacia el balcón, atisbando la luna que empezaba a salir en el despejado cielo de Nuevo México.
El mes sagrado del ramadán, en que los fieles musulmanes ayunan desde el amanecer hasta el anochecer, comenzó el sábado en gran parte de Medio Oriente, donde la invasión rusa a Ucrania ha disparado los precios de la energía y los alimentos.
Según los funcionarios religiosos musulmanes que administran la zona de la mezquita de Al Aqsa, unos 90,000 fieles asistieron a la festividad del lunes. La explanada elevada es venerada por los judíos como el Monte del Templo, lugar de su templo bíblico.
Una persona falleció y otras siete resultaron heridas el viernes por una explosión a las puertas de una mezquita en el norte de Afganistán, dijo un funcionario talibán.
Los féretros fueron traídos uno por uno — 15 en total — a una mezquita del distrito del Bronx en un gélido domingo de invierno, atestada por cientos de personas para darle el último adiós a las víctimas de un incendio en un edificio hace una semana.
Desde los restos de su salón, donde los misiles israelíes reventaron una pared, Zaki y Jawaher Nassir tienen una ventana a las penurias de su vecindario. En la estructura desnuda de un edificio, varios niños juegan a videojuegos sobre un trozo de concreto caído.
Musulmanes de todo el mundo celebraban el martes otra importante festividad del Islam a la sombra de la pandemia del coronavirus y en medio de crecientes preocupaciones por la variante delta, altamente infecciosa.
Palestinos y colonos judíos se arrojaron piedras, sillas y fuegos artificiales durante la noche en un tenso vecindario de Jerusalén donde los grupos de colonos están tratando de desalojar a varias familias palestinas, dijeron las autoridades el martes.
Los palestinos protestaron el viernes tras los servicios religiosos en la mezquita Al Aqsa de Jerusalén y chocaron brevemente con la policía israelí, en enfrentamientos que dejaron tres manifestantes heridos.
Los palestinos estaban de luto el jueves al concluir el ramadán, el mes sagrado del islam, mientras Hamas e Israel intercambiaban más cohetes y ataques aéreos y la violencia entre árabes y judíos persistía por todo el territorio israelí tras semanas de protestas y disturbios en Jerusalén.
La policía de Israel ha cambiado la ruta de una marcha polémica de judíos ultranacionalistas en Jerusalén, en un intento aparente de evitar confrontaciones con manifestantes palestinos.
La policía de Israel se enfrentó el sábado a manifestantes palestinos en las afueras de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la noche más sagrada del ramadán, en una exhibición de fuerza que amenazaba con profundizar la peor agitación religiosa registrada en varios años en la ciudad santa.
Las autoridades entorpecen las investigaciones periodísticas independientes, aunque las medidas restrictivas disminuyeron en los últimos tiempos. Periodistas de AP que visitaron la región en los últimos años fueron seguidos, interrogados y obligados a eliminar fotos y videos.
En las últimas semanas, Israel, que en 1967 anexionó la parte oriental de Jerusalén -donde se encuentran los santos lugares-, puso en marcha una serie de medidas de desconfinamiento gracias a una intensa campaña de vacunación que permite mayores concentraciones en los lugares de culto.
En Pakistán, donde el ayuno empieza solamente el miércoles, la tercera ola del coronavirus se ha revelado hasta ahora las más mortífera. El gobierno ha urgido a las mezquitas que únicamente acojan a fieles en zonas abiertas, y que hagan respetar estrictamente la distancia social.
La prensa local reportó que miembros del grupo islamista Hefazat-e-Islam, que tiene una red de escuelas, atacaron edificios del gobierno, incluyendo una estación de policía y una oficina de tierras, en el área de Hathazari en Chattogram antes que interviniese la policía.
El anuncio de Darmanin se produce una semana antes de que se debata el proyecto de ley del Gobierno francés con el que pretende combatir la radicalización que se estaría llevando a cabo en algunos de estos centros de culto, situados sobre todo en las comunidades más vulnerables del país.
Decenas de miles de musulmanes marcharon el lunes por la capital de Bangladesh, en la protesta más grande hasta ahora por el apoyo del presidente de Francia a las leyes laicas que permiten la publicación de caricaturas del profeta Mahoma.
Decenas de miles de musulmanes protestaron el viernes en Pakistán, Bangladés y territorios palestinos después de que los asesinatos en una iglesia francesa impulsaran el compromiso del presidente Emmanuel Macron a mantenerse firme contra los ataques a los valores franceses y a la libertad de credo.
Miles de fieles abandonaron el rezo en Pakistán para unirse a las protestas contra Francia el viernes, mientras la promesa del presidente galo, Emmanuel Macron, de proteger el derecho a caricaturizar al profeta Mahoma sigue sacudiendo al mundo musulmán.
