Los precios del oro caían el viernes más de un 1%, tocando su mínimo desde abril de 2020, ya que un cóctel de factores, desde la fortaleza del dólar y los elevados rendimientos de los bonos estadounidenses hasta la preocupación por más subidas de las tasas de interés en Estados Unidos...
El oro subió el miércoles después de que el anuncio de movilización parcial del presidente ruso Vladimir Putin reavivó el interés por el lingote como refugio seguro, contrarrestando la presión de la fortaleza del dólar y las esperadas alzas de las tasas de interés en Estados Unidos.
Las acciones europeas revirtieron ganancias anteriores y cerraron el jueves con una baja, presionadas por los títulos energéticos y tecnológicos, debido a que la preocupación por el endurecimiento monetario y las perturbaciones geopolíticas apagaban el apetito de riesgo.
Los precios del oro cayeron levemente este lunes, extendiendo las fuertes caídas de la semana pasada debido a que la fortaleza del dólar y la creciente incertidumbre sobre la política monetaria agresiva de EE. UU. pesaron sobre el apetito por el metal amarillo.
El euro volvió a cotizar brevemente por encima de la paridad con el dólar el jueves, luego de que el reciente repunte de la divisa estadounidense se agotó y mientras los inversores esperaban a ver si el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, adoptaba un tono más duro en un simposio...
En el conjunto de la semana, destacó el avance del 2,2 % del índice compuesto Nasdaq, que aglutina a las tecnológicas, frente a los ligeros movimientos de los otros indicadores: una subida del 0,4 % en el selectivo S&P 500 y un descenso del 0,1 % en el Dow Jones de Industriales.
La subida sostenida del dólar en los últimos tiempos tendrá importantes consecuencias en la economía global: más allá de su equiparación con el euro, alimentará la inflación y el déficit comercial estadounidense y pondrá en peligro a las economías más débiles.
El dólar deja su huella en todos los rincones de la economía mundial: es la moneda en la que se compran y venden materias primas vitales, y es el refugio al que acuden los inversores en tiempos de dificultades.
El dólar estadounidense ha experimentado una inusitada revalorización en las últimas semanas que ha provocado que varias monedas latinoamericanas se devalúen, con las inevitables consecuencias que eso conlleva para las arcas públicas y las economías domésticas de los países de la región.
Además de la habitual desconfianza en el peso, la subida del dólar paralelo se ha acelerado por el efecto que en los mercados tuvo la renuncia a principios de julio del ministro de Economía, Martín Guzmán, en medio de las fuertes divisiones en el seno de la coalición de Gobierno.
"La dolarización implicaba mucha disciplina fiscal, una apertura económica a través de acuerdos comerciales y trabajar fuertemente la competitividad, lo que no se ha cumplido a cabalidad", dijo a Efe el presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportaciones (Fedexpor), Felipe Ribadeneira.
Si bien las deserciones del segundo trimestre no fueron tan pronunciadas como se esperaba, Netflix estimó que sus nuevas incorporaciones de clientes entre julio y septiembre ascenderían a 1 millón. Wall Street esperaba 1,84 millones, según analistas encuestados por Refinitiv.
China, que aplica una severa política de "tolerancia cero" hacia el coronavirus, ha sufrido en los últimos tres meses una oleada de rebrotes atribuida a la variante ómicron que ha provocado cifras récord de contagios no vistas desde el inicio de la pandemia en la primera mitad de 2020.
El índice compuesto del mercado Nasdaq, por su parte, restó un 0,95 % o 107,87 enteros y cerró en 11.264,73. Esta caída de las acciones se registra en un momento en que los inversores se preparan para los nuevos datos de inflación, que se publicarán mañana.
El oro cayó el martes a un mínimo de nueve meses, presionado por la fortaleza del dólar, en una rueda en la que los inversores se posicionaron para los datos económicos de Estados Unidos y apuestas por aumentos pronunciados de las tasas de interés, que aún mantenían a raya a los lingotes.
La cautela se apoderaba de las bolsas el lunes, mientras los inversores se preparan para un informe sobre la inflación en Estados Unidos que podría forzar otra gran subida de los tipos de interés y el inicio de una temporada de resultados en la que los beneficios estarán bajo presión.
En otros mercados, el petróleo de Texas subió a 104,79 dólares el barril y, al cierre de la sesión bursátil, el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años subía al 3,08 %, el oro subía a 1.740,2 dólares la onza y el dólar perdía frente al euro, con un cambio de 1,0179.
El tipo de cambio oficial lleva casi un año relativamente estable, como resultado de una estrategia implementada por las autoridades para sostenerlo y, así, contener la inflación en una economía que vive una dolarización de facto desde 2019, según expertos.
Los diez últimos años la inflación era muy baja y la política monetaria tenía que aplicar medidas para lograr que subiera, pero esta situación ha desaparecido y ahora la economía se mueve por fuerzas muy diferentes, con una inflación elevada y un impacto en la oferta, según Powell.
El rublo cotizaba este miércoles en la Bolsa interbancaria de Moscú a 50,8 unidades por dólar, un nivel de fortaleza que no exhibía desde 2015 ante la divisa estadounidense y que suscita la preocupación del Gobierno ruso por su impacto en la economía del país.
