Formar parte de un club cuyos únicos integrantes son la petrolera saudí Aramco y las tecnológicas Microsoft, Apple, Amazon y Google quiere decir mucho en el competitivo mundo de los negocios. Hacerlo dedicándote a vender coches solo lo ha hecho hasta ahora una única empresa: Tesla.
Los anuncio de resultados de los últimos días demuestran que las empresas de todo el mundo están sufriendo duramente las consecuencias de la crisis del coronavirus, con algunas excepciones.
Las acciones europeas cayeron el lunes, debido a que las automotrices se vieron afectadas por un pronóstico de ventas chino, mientras que la Bolsa de Londres tuvo un mejor desempeño después que débiles datos económicos aumentaron las expectativas de un recorte de tasas del Banco de Inglaterra.
Las acciones europeas subían el miércoles, impulsadas por esperanzas de más estímulo monetario y fiscal que ayudaban a aliviar los temores a una recesión mundial, la agitación política que vive Italia y las guerras comerciales sin fin.
Las ganancias de la empresa automotriz Nissan cayeron a menos de la mitad de lo que eran el año pasado tras el arresto de su expresidente Carlos Ghosn, informó el martes la compañía.
Las acciones europeas cerraron con alzas el viernes, gracias a algunos reportes corporativos sólidos y datos que mostraron que el crecimiento económico del primer trimestre en Estados Unidos superó las expectativas.
Nissan Motor Co recortó su pronóstico de ganancias para todo el año a su nivel más bajo en casi una década, ante la debilidad de su negocio en Estados Unidos en momentos en que la empresa se adapta a la vida sin Carlos Ghosn y planea el futuro de la alianza con Renault SA.
Las acciones de Renault subían el viernes después de que la empresa reveló un aumento del 17 por ciento en sus ganancias operativas, a 3.854 millones de euros (4.840 millones de dólares), y de un 14,7 por ciento en sus ingresos, a 58.770 millones de euros, por la fuerte demanda europea.
