California espera el viernes la llegada de una tormenta que ha causado cierres de carreteras y ha dejado sin electricidad a cerca de un millón de hogares y negocios de costa a costa, generando advertencias sobre inundaciones y ventiscas.
El clima invernal peligroso azotaba Estados Unidos desde California hasta las llanuras del norte el jueves, atrapando a los conductores en caminos helados, dejando sin electricidad a miles y varios vuelos en tierra.
Cientos de rescatistas buscan el lunes sobrevivientes de deslizamientos de tierra e inundaciones que cobraron la vida de al menos 36 personas a lo largo de la costa del estado de Sao Paulo, en el sur de Brasil, luego de un fuerte aguacero el fin de semana.
El gobierno de Nueva Zelanda declaró el martes el estado de emergencia después de que el ciclón Gabrielle golpeara el norte del país en lo que las autoridades describieron como el peor fenómeno meteorológico en el país en años.
A un lado y otro de la frontera, miles de viviendas quedaron destruidas y los socorristas redoblaban esfuerzos, aunque las posibilidades de encontrar sobrevivientes se apaga una vez expirado el periodo de tres días que los expertos consideran crucial.
Las temperaturas en muchas partes del noreste de Estados Unidos rondaron los 4 grados Celsius (45 Fahrenheit) el domingo, un día después de que los termómetros en la región cayeron hasta 25 grados C bajo cero (15 F bajo cero) y alcanzaron sensaciones térmicas de 42 a 45 grados Celsius bajo cero.
Más de la mitad de esas interrupciones del suministro de electricidad se registraron en Austin, donde la empresa de energía de la ciudad advirtió a los habitantes que carecían de luz desde hacía 10 horas o más que la iluminación y la calefacción podrían no ser restituidas sino hasta el jueves.
Los equipos de emergencias en Serbia buscaban a dos personas arrastradas por la crecida de un río en una población del suroeste, informó la televisora estatal RTS el jueves.
La crecida del río Salinas inundó las tierras de cultivo en el condado Monterey y, al este, las advertencias de inundación estaban en vigor para el condado Merced, en el Valle Central agrícola, a donde el gobernador Gavin Newsom acudió para evaluar los problemas causados por la tormenta.
La costa oeste de Estados Unidos se prepara para nuevas lluvias torrenciales el viernes y el fin de semana, cuando los llamados ríos atmosféricos descarguen grandes cantidades de agua y nieve en una región donde los suelos ya están empapados.
Los servicios de emergencia trabajaron durante toda la noche buscando personas atrapadas después de que un letal sistema de tormentas provocara tornados en algunas zonas del sur de Estados Unidos, causando la muerte de al menos siete personas y cuantiosos daños en la histórica ciudad de Selma...
"No vamos por buen camino", lamenta Sepúlveda al comparar el hallazgo del reporte de hoy con la recomendación del Acuerdo de París de que la temperatura del planeta no sobrepase los 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, a fin de evitar lo peor del calentamiento global.
La población de California se preparaba el lunes para otra serie de fuertes tormentas que causaron el cierre de escuelas, derribaron árboles, inundaron carreteras y dejaron a miles de personas sin electricidad.
Al menos dos personas murieron, incluyendo a un niño cuya casa rodante fue impactada tras la caída de un árbol. El Servicio Nacional Meteorológico (NWS) informó que fue el periodo de 10 días más húmedo en 150 años, con más de 25 centímetros de lluvia sobre la ciudad.
Más de 60,000 hogares y negocios seguían sin electricidad en California la madrugada del viernes, según datos de , después de que una tormenta masiva en el Pacífico desató fuertes vientos, lluvias torrenciales y fuertes nevadas en todo el estado.
Las autoridades de California ordenaron evacuaciones en una zona costera de alto riesgo donde los deslaves mataron a 23 en 2018 mientras una enorme tormenta se cernía sobre el estado el miércoles, con fuertes vientos y precipitaciones que amenazaban con causar inundaciones generalizadas...
El número de muertos en el condado de Erie, en el noroeste de Nueva York, como consecuencia de la tormenta invernal Elliot, que azotó Estados Unidos el fin de semana de Navidad, ha aumentado a 34, mientras la región intenta recuperar la normalidad.
La cifra de fallecimientos a consecuencia de las intensas lluvias e inundaciones que devastaron partes de las Filipinas el fin de semana de Navidad se ha elevado a 25, y otras 26 personas siguen desaparecidas, indicó la agencia nacional de respuesta a desastres el miércoles.
La ciudad de Buffalo, la segunda más grande del estado de Nueva York, estaba a punto de emerger de una congelación profunda el miércoles, consiguiendo algo de alivio, pero también la trágica posibilidad de encontrar más víctimas tras la tormenta más mortífera del área en décadas.
El estado de Nueva York despachó el martes a las policías militar y estatal para mantener a la población alejada de las calles tapadas por la nieve en Buffalo, mientras las autoridades seguían contando las víctimas de la peor tormenta en azotar la región en por lo menos dos generaciones.
