La decisión de Ford Motor de frenar la construcción de una planta de baterías en Michigan pone de manifiesto el reto que supone Tesla para el creciente número de sus rivales en el mercado estadounidense: la compañía líder está empujando a la mayoría de ellos a nichos poco rentables.
Documentos publicados este miércoles en la web de la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) señalan que 1.730.192 vehículos de Kia están afectados por un defecto que causa la fuga del líquido de frenos en el módulo del ABS.
Con un megáfono, gorra y ropa informal, Biden se dirigió a los huelguistas: "Ustedes salvaron la industria de la automoción. Hicieron un montón de sacrificios. Las empresas estaban en problemas. Ahora les va increíblemente bien y, sepan qué, a ustedes también debería", dijo entre aplausos.
El presidente estadounidense, Joe Biden, hizo historia este martes al convertirse en el primer mandatario en activo del país en sumarse a unos piquetes en defensa de mejores condiciones laborales para los trabajadores del sector de la automoción.
Ford describió el pacto como un aumento salarial del 15% a lo largo de los tres años de vigencia del acuerdo. Pero, según el sindicato, esa cifra no incluye la acumulación de cada aumento anual ni el incremento inicial por costo de la vida, que deberían aumentar el salario real de los trabajadores.
"Estamos pausando el trabajo y limitando el gasto en la construcción del proyecto Marshall hasta que estemos seguros de nuestra capacidad para operar competitivamente la planta", dijo Ford el lunes rehusando decir qué razón específica desencadenó la decisión.
Las huelgas estadounidenses se iniciaron el pasado 15 de septiembre, cuando UAW paró todas las actividades en tres plantas de montaje de GM, Ford y Stellantis en favor de aumentos salariales de hasta el 40 %, el pago de un subsidio para compensar el coste de la vida y otras garantías laborales.
Sólo alrededor de 12% de los afiliados al sindicato han paralizado actividades. Si optara por hacerlo, el UAW podría ampliar considerablemente el número de trabajadores en huelga en armadoras y plantas fabricantes de partes de General Motors, Ford y Stellantis.
El presidente del sindicato, Shawn Fain, anunció la ampliación de la huelga cuando se cumple una semana del inicio del conflicto laboral y señaló que está listo para paralizar más plantas si las negociaciones para la firma de un nuevo convenio colectivo no avanzan.
"Los trabajadores del UAW se mantienen en el corazón de una industria creciente, así que haremos todo lo que podamos para ayudar a las partes en la forma en la que ellas querrían. Pero están en la mesa de negociación y creemos que eso es increíblemente importante", sostuvo la portavoz presidencial.
El contrato del UAW con las automotrices expiró a la medianoche del 14 de septiembre y los trabajadores abandonaron una planta de ensamblaje de Ford cerca de Detroit, una fábrica de GM en Wentzville, Missouri, y una planta de Jeep dirigida por Stellantis en Toledo, Ohio.
El sindicato estadounidense United Auto Workers (UAW) amplió este viernes la huelga en el sector del automóvil al anunciar que decenas de centros de trabajo de General Motors (GM) y Stellantis empezarán paros a partir de las 12.00 hora local (16.00 GMT).
General Motors Co. y Stellantis NV enfrentan huelgas en otras 38 plantas ante la falta de progreso en las conversaciones con su sindicato de trabajadores, mientras que Ford Motor Co. se libró de la escalada tras lograr avances en las negociaciones.
Si Joe Biden acepta la invitación del sindicato United Auto Workers (UAW) para visitar su línea de piquete, el presidente de Estados Unidos estaría mostrando su apoyo a los trabajadores en un conflicto laboral de una forma que no ha ocurrido en el país en más de un siglo, según expertos.
Una huelga más amplia por parte del sindicato United Auto Workers tendría un impacto más allá de los tres fabricantes de automóviles de Detroit, siendo los fabricantes de acero un objetivo particularmente vulnerable.
Las automotrices de Detroit han rechazado cada vez más abiertamente las demandas y las declaraciones públicas del UAW. El presidente de GM, Mark Reuss, dijo en un artículo de opinión de Detroit Free Press el miércoles que "las exigencias del UAW pueden describirse en una palabra: insostenibles".
GM comunicó este miércoles que ha tenido que cesar la producción de la planta de montaje de Fairfax, en el estado de Kansas, por la falta de suministros para la fabricación de vehículos. La paralización de la planta ha supuesto el despido temporal de unas 2,000 personas.
Cuando le solicitaron que hiciera declaraciones, el portavoz de UAW refirió a la prensa a una declaración hecha el pasado fin de semana en la que Fain dijo que los despidos eran innecesarios y un intento de presionar a los trabajadores para que acepten menos en las negociaciones contractuales.
Stellantis, la matriz de Chrysler, dijo el miércoles que suspenderá temporalmente a 68 trabajadores en Ohio y que prevé despedir temporalmente a otros 300 trabajadores en Indiana, debido a la huelga del sindicato United Auto Workers en una planta de ensamblaje de Jeep en Toledo.
“No vamos a quedarnos esperando para siempre mientras dan largas a esto... y no estamos jugando”, afirmó Fain al anunciar un plazo para el mediodía del viernes, hora del este de Estados Unidos, antes de escalar la huelga a menos que haya “progreso serio” en las negociaciones.
