A través de sus farmacias, Walmart vende medicamentos GLP-1, una categoría que incluye Ozempic. En agosto, la empresa dijo que estaban dando al minorista un impulso en los ingresos. Las ventas estadounidenses de esos medicamentos aumentaron un 300% entre 2020 y 2022.
Nuevos datos sobre fármacos para adelgazar que podrían competir con Wegovy, de Novo Nordisk, aumentan las expectativas de que pronto habrá más opciones, y posiblemente precios más bajos, en un mercado estimado en 100,000 millones de dólares, dijeron médicos y ejecutivos farmacéuticos.
“Sabía que era candidata ideal para contagiarme y no recuperarme”, dijo Bergin, de 50 años, de Charlotte, Carolina del Norte. Ahora con 77 kilos (170 libras) de peso y 164 centímetros de altura (5,4 pies), ya no se la considera obesa, pero le gustaría seguir mejorando su salud.
Estas listas están respaldadas por médicos endocrinos y cirujanos bariátricos, nutricionistas clínicos y deportivos, dietistas, psicólogos, terapeutas y entrenadores físicos.
Los metabolismos humanos no siempre son justos y congruentes, y muchos estudios previos han demostrado que la mayoría de los hombres y las mujeres que comienzan nuevas rutinas de ejercicio bajan solo cerca del 30 o el 40 por ciento del peso que esperarían perder.
No hay pruebas sólidas que respalden la idea de que desayunar promueve la pérdida de peso o que saltarse el desayuno conduce a un aumento de peso, según encuentra una revisión publicada en 'The BMJ'.
Nadie se convierte en obeso de la noche a la mañana. Una persona gana 4 kilos un verano y si no hace nada, más allá de comprarse unos pantalones nuevos, sigue subiendo de peso. Al final, se encuentra un día con 10 kilos de más, que luego son 15 y después pueden ser 20 o más.
Siempre que veo una fotografía de la década de los sesenta o de la de los setenta, me sorprendo. No es la ropa ni el cabello. Me sorprenden los cuerpos. Mucha gente era delgada.
La mayoría de las personas a dieta conocen la dura realidad: seguir al pie de la letra un régimen para adelgazar se vuelve más difícil conforme llega la noche. Aquellos que sucumben ante los antojos y se dan atracones por la noche tal vez culpan a su escasa fuerza de voluntad.
Aquellos que sucumben ante los antojos y se dan atracones por la noche tal vez culpan a su escasa fuerza de voluntad, pero un nuevo estudio indica que el problema podría ser la compleja orquesta de hormonas que administran el hambre y la sensación de saciedad o llenura.
