Migración
Un barco con 180 refugiados se esfuma. Una llamada frenética ayuda a desentrañar el misterio
Muhammed acuna la mochila de Saiful en su regazo. Vacía un saco con las pertenencias de su hijo sobre la cama con un sollozo estrangulado que brota de su garganta. Luego besa con ternura el libro de inglés de su hijo, en el que Saiful había garabateado: “Te amo”.