VALORES MORALES
Las consecuencias del pecado
Si pensamos que "en Dios vivimos, nos movemos y somos" (Hch 17,28), y que es Él quien "actúa en nosotros el querer y el obrar según su beneplácito" (Flp 2,13), pareciera que resistir en nosotros la acción de Aquel que nos está dando el ser y el obrar, rechazarle, ofenderle.