MUY OPORTUNO
Ten paciencia, hijo mío
Todas las personas sufrimos contratiempos y decepciones, más o menos grandes, todos los días. Entre otras cosas porque es imposible que nos salgan bien todas nuestras pequeñas aspiraciones. Cada vez que nuestros deseos y propósitos se ven frustrados, se nos presenta el dilema de cómo asumirlo.