Religión
Jesús alimenta nuestra vida con la suya: Papa Francisco
"El hambre de salvación no se siente en el estómago sino en el corazón, porque sacia el hambre de la esperanza. El pan celestial, que viene del Padre, es el mismo Hijo hecho carne por nosotros. Este alimento nos es más que necesario, porque sacia el hambre de esperanza, el hambre de verdad".