Reportajes
Aumentan los casos de coronavirus y China limita la cobertura mediática
La frustración del público solía no censurarse en línea y los sitios noticiosos reportaban con rigor sobre la epidemia. Esos días parecen haber quedado atrás.
La frustración del público solía no censurarse en línea y los sitios noticiosos reportaban con rigor sobre la epidemia. Esos días parecen haber quedado atrás.
Wuhan, una ciudad china de unos 11 millones de habitantes, lleva más de una semana prácticamente aislada mientras el Gobierno intenta contener el brote del coronavirus, cuyo rápido contagio ha matado a más de 400 personas e infectado a miles.
Nuestro cerebro percibe mejor los riesgos si los define de manera dramática. Necesitamos un personaje (la enfermedad) y un cambio drástico en el transcurso de los acontecimientos (la rutina diaria) para ponernos alerta. Pero la enfermedad raras veces se comporta conforme a este guión.
En las últimas 24 horas, el número de infectados creció en más de 2,100, para rondar los 12,000; las víctimas mortales llegaban a 259; Las personas bajo observación, 118,000, de los que de 18,000 se sospecha que se hayan contagiado. La única noticia positiva: el número de pacientes curados, 263.
El nuevo coronavirus se cree que se propagó precisamente desde uno de estos lugares: un mercado de venta al mayoreo en Wuhan, una ciudad en el centro de China, donde los vendedores comerciaban de manera legal con animales vivos en condiciones de hacinamiento.
La ciudad china epicentro del brote de un nuevo virus que ha contagiado a casi 600 personas y matado a 17 es uno de los centros industriales más grandes de China.
La víspera de Año Nuevo, el mundo vio a la gente reunirse en la costa de Mallacoota para protegerse del fuego. La ciudad ahora raciona el combustible y depende de la ayuda de los militares.
En estos diez años han sucedido momentos que definirán nuestro futuro, pero hemos estado demasiado absortos en las pantallas de nuestros celulares para percatarnos. Llegó la hora de soltar los celulares y pasar a la acción.
La última vez que alguien en la familia de Nerio García oyó su voz fue en una llamada telefónica desde una cárcel en las afueras de Maracaibo, la segunda mayor ciudad de Venezuela. García llamó con un celular prestado, pidiéndole ayuda a su hermano.
Los líderes chinos saben que no pueden equivocarse en un asunto crucial como el cambio climático. La seguridad alimentaria y el desarrollo del país dependen de ello.
Más incendios devastadores en California. Una sequía persistente en el suroeste de Estados Unidos. Inundaciones sin precedentes en Europa y África. Una ola de calor en, de todos los sitios posibles, Groenlandia.
Una parte de la ciudadanía, descontenta de las instituciones políticas por no haber sabido paliar las consecuencias de la Gran Recesión que siguió a la crisis de 2008, comenzó a votar a opciones reaccionarias que priorizaban la pertenencia a una nación o grupo étnico
Ni palmeras ni arena fina. Ante unos desconcertados pingüinos, cuerpos casi desnudos se zambullen en las gélidas aguas de la Antártida, un confín hasta hace poco reservado a la investigación científica y al que ahora llegan turistas, con el riesgo de precipitar su metamorfosis.
Las inundaciones extremas en Venecia, los incendios en Australia e incluso un brote de peste en China fueron atribuidos esta semana al cambio climático, e investigadores advirtieron que el calentamiento global podría afectar a las generaciones futuras con enfermedades de por vida.
Después de los funerales y de enterrar a varias de las mujeres y niños estadounidenses asesinados por un cártel del narcotráfico en una emboscada, los residentes de La Mora, una aldea de alrededor de 300 habitantes, tienen que enfrentar el miedo provocado por los ataques en una comunidad muy unida.
Dagmar Simdorn salió del cementerio tras visitar la tumba de su esposo y miró a lo largo de su calle hacia el austero punto de control del Muro de Berlín en Bernauer Strasse. Había una apertura.
En la ciudad venezolana de Maracaibo, un grupo de empresarios ha conseguido aumentar la producción de camarones, pero pocos de esos mariscos se sirven en las mesas de la nación petrolera que sufre una inédita crisis alimentaria.
Lo quieran o no, 500 millones de personas de tres continentes están unidas por un mismo problema: el cambio climático. La cuenca del Mediterráneo es uno de los puntos calientes de esta crisis global y algunos de sus impactos “golpean” a esta región de “forma más dura que a otras partes del mundo”.
Así como México sirve como corredor a miles de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos, Grecia es el paso para aquellos que pretenden entrar a otros países europeos cruzando el Egeo desde Turquía o el Mediterráneo desde África.
Una semana después de que los servicios de rescate pudieran acceder a las islas noroccidentales de las Bahamas arrasadas por el huracán Dorian, la cifra oficial de muertos se ha elevado a 45.