“Eran el único cartel en los años 80 y operaban con total impunidad, porque compraban a mucha, mucha gente en el gobierno mexicano para que los protegiesen”, dijo Virgil. “Creían que podían hacer lo que les viniese en gana mientras pagasen por esa protección”.
Tras la detención, Estados Unidos anunció que buscaría su “extradición inmediata” y el sábado comenzó el proceso legal con ese fin pero, cómo es habitual en estos caso, los abogados de Caro Quintero presentaron ese mismo día un recurso para intentar retrasar su entrega lo más posible.
El narcotraficante Rafael Caro Quintero, capturado el viernes en México, fue informado el fin de semana de su situación jurídica: está detenido provisionalmente con fines de extradición a Estados Unidos por los delitos de delincuencia organizada, asociación delictuosa y secuestro y homicidio de...
La Procuraduría General de la República de México dijo en un comunicado el viernes por la noche que Caro Quintero fue arrestado para ser extraditado a Estados Unidos y que estaría recluido en la prisión de máxima seguridad del Altiplano, a unos 80 kilómetros al oeste de Ciudad de México.
La captura del infame capo de la droga, que fue uno de los fundadores del ahora desaparecido Cártel de Guadalajara, se produce pocos días después de que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador se reuniera con el presidente Biden en Washington.
Caro Quintero fue liberado por las autoridades mexicanas en 2013, cuando cumplía una pena de 40 años por el homicidio en 1985 del agente de la DEA Enrique Camarena, debido a una polémica resolución que posteriormente fue revertida y considerada un error por la Suprema Corte de Justicia de México.
El abogado del exsecretario de Seguridad Pública mexicano Genaro García Luna dijo el miércoles que un acusado de producir pornografía infantil, “desesperado” por salir de la cárcel, se convirtió en fuente del gobierno estadounidense e intentó ganarse la confianza de García Luna para sacarle...
La Iglesia católica inició el domingo una ronda especial de oraciones por la paz en México tras los asesinatos de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas perpetrados el 20 de junio.
El Ejército y la Guardia Nacional de México anunciaron el jueves la incautación de más de media tonelada de fentanilo en un almacén en la ciudad de Culiacán, en el noroeste del país, un decomiso que calificaron de “histórico”.
La reforma constitucional con la que se creó establece que en un plazo de cinco años, durante los cuales la Guardia Nacional se consolida, el presidente puede disponer de las Fuerzas Armadas para tareas de seguridad pública de forma "extraordinaria y complementaria".
Un juez ordenó el martes que no se revelen públicamente los nombres de los miembros del jurado del juicio al exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, y que éstos sean escoltados al llegar y salir de la corte además de quedar aislados del público durante el día en el tribunal
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió el lunes a las parroquias de todo el país que este domingo coloquen en sus iglesias fotos de monjas y sacerdotes muertos, y que celebren misas por todos los asesinados por bandas criminales.
Cinco muertos y dos heridos dejó un ataque armado que se registró en un bar en el centro de México, anunciaron las autoridades estatales.
Un periodista fue asesinado a balazos el miércoles en el noreste de México cuando salía de su casa con su hija, que resultó herida, informó el periódico para el que trabajaba. La fiscalía del estado de Tamaulipas confirmó el homicidio y las lesiones de la joven.
José Noriel Portillo Gil, conocido en el pueblo de Urique como “El Chueco”, ingresó al mediodía del lunes 20 de junio a la parroquia jesuita de Cerocahui mientras perseguía a Pedro Palma, quien trabajaba como guía turístico en la Sierra Tarahumara, al suroeste del estado mexicano de Chihuahua.
Mientras tanto, las autoridades siguen buscando al presunto asesino, identificado por un sacerdote superviviente como un conocido líder criminal local que andaba a sus anchas por la zona aunque tenía una orden de aprehensión desde 2018 por el asesinato de un turista estadounidense.
El último viaje de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora a su querida sierra Tarahumara en el noroeste de México, donde serán enterrados el lunes, fueron casi 400 kilómetros llenos de dolor pero endulzados con incienso, música y danzas de los indígenas rarámuris, a quienes dedicaron su vida.
Rectores de universidades jesuitas criticaron la incapacidad del gobierno para arrebatar el control a los delincuentes, y uno de ellos calificó a México de “un estado fallido” en el que prevalece “la ley de la selva”. El gobierno ha fracasado en la tarea de detener la creciente violencia.
Un total de 12 personas, cuatro de ellas policías, murieron en un enfrentamiento en el estado occidental de Jalisco cuando las fuerzas de seguridad atendían un reporte de una casa de seguridad en la que había armamento oculto, informó el jueves el gobernador del estado.
Los obispos recordaron al día siguiente esa primera frase del pontífice mientras López Obrador utilizó la segunda. “Me pareció equilibrado el mensaje del papa”, dijo. “Esta gente, estos conservadores no hubiesen querido eso, que el papa dijera (que) la violencia lo que produce es más sufrimiento”.
