El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a dar este miércoles positivo de coronavirus y extendió su aislamiento forzado en la residencia oficial en Brasilia. Bolsonaro anunció que se contagió de la covid-19 el pasado 7 de julio, después de una prueba y contraprueba.
Cuando el coronavirus arrasaba Brasil, el presidente Jair Bolsonaro fue criticado por sabotear las medidas de aislamiento impuestas por los estados, al alentar marchas masivas entre sus simpatizantes y arremeter contra la creciente cifra de muertos, diciendo: “¿Qué quieren que haga?”.
La ventaja temporal que América Latina pudo tener por llegar la pandemia de covid-19 con retraso respecto a Asia o Europa se está esfumando rápidamente al toparse con los males endémicos de la región: la fragilidad de los sistemas sanitarios, la debilidad del conjunto de las instituciones y la...
Con América Latina convertida en un nuevo epicentro del coronavirus, Brasil es el país más preocupante. Los 360,000 contagios y más de 22,000 muertos lo convierten en el más afectado de la región y en segundo del mundo en casos.
El video corresponde a una reunión ministerial celebrada el 22 de abril pasado, dos días antes de la renuncia del ministro de Justicia Sergio Moro, quien al dimitir acusó a Bolsonaro de "presiones" e "injerencias" ilegales sobre la Policía Federal, organismo autónomo del Estado brasileño.
La muerte de Rodrigo se sumó a un número récord de asesinatos por parte de la policía en Río el año pasado —1814— un aumento de cientos en un estado con una larga historia de brutalidad policial y un liderazgo político que ha jurado “cavar tumbas” para detener el crimen.
Ministro de Salud era evaluado positivamente por la opinión pública, Bolsonaro lo despidió y hace una semana forzó también la renuncia de su ministro más popular, el exjuez Sérgio Moro, conocido por su actuación frente a la histórica operación anticorrupción Lava Jato.
La crisis política en Brasil tras la dimisión del ministro de Justicia, el exmagistrado Sérgio Moro, ha abierto una derivada de consecuencias muy graves para el presidente Jair Bolsonaro, incluyendo un hipotético proceso de destitución.
El coronavirus provocará en Latinoamérica "un estrago brutal" y una crisis de "alta magnitud", advirtieron expertos que explicaron que la pandemia encontró a la región en un momento de magro crecimiento y la llevará a una recesión en 2020.
Las naciones latinoamericanas y africanas no han logrado conseguir suficiente equipo ni insumos para realizar pruebas masivas. Tienen competencia: Estados Unidos y Europa los aventajan en presupuesto.
Desde que llegó a la presidencia, Jair Bolsonaro ha favorecido a las grandes empresas sobre los trabajadores y a las élites por encima de los pobres. Pero ante el virus, el presidente tiene que cambiar su enfoque y proteger a los habitantes de las favelas.
El mandatario enfrenta esta emergencia sanitaria en el peor escenario posible: con una crisis política y un choque económico en ciernes. Lo que se juega en Brasil con esta emergencia no son solo las vidas de sus habitantes, sino sus instituciones.
Las polémicas declaraciones de Bolsonaro suscitaron críticas no solo de los habituales opositores sino también de un público más amplio de observadores, tanto a nivel nacional como internacional.
Los asesinatos cayeron en Brasil un 19% en 2019, el mayor descenso desde que comenzó el recuento que gracias a una iniciativa de la sociedad civil reúne y homologa los datos estatales desde 2007.
A pesar de contar con herramientas de alta tecnología, el gobierno combate el brote con una movilización que recuerda a las estrategias del expresidente comunista: una severa vigilancia vecinal.
La tensión bélica entre los Estados Unidos e Irán, agravada desde la eliminación del general Qassem Soleimani, se convirtió en un insumo más de la polarización que signa la vida pública de América Latina. También es una señal de los alineamientos internacionales de cada país.
Hace un año, Brasil contemplaba, todavía atónito, la investidura como presidente de Jair Bolsonaro –al que habían votado 57,8 millones de personas–, el líder del ejecutivo más a la derecha de la historia democrática del país. Doce meses después, Bolsonaro se enfrenta a no pocos desafíos.
El año pasado, la policía mató a un promedio diario de 17 personas. Pero agentes rebeldes, fuera de sus horas de servicio, están matando a más sospechosos. Los hombres armados y enmascarados llegaron al Wanda’s Bar a las 3:49 de la tarde del 19 de mayo y comenzaron a disparar...
El arresto del disidente cubano José Daniel Ferrer ilustra hasta dónde está dispuesto a llegar el gobierno de Miguel Díaz-Canel para controlar a los críticos y opositores.
Hay elementos para pensar que algo está cambiando, y no precisamente para mejor. Uno de los consensos básicos de las democracias renacidas en la década del ochenta consistía en reducir el rol del Ejército al ámbito específicamente militar.
