Se teme que decenas de ucranianos fallecieron el domingo en Luhansk después de que una bomba rusa derribó una escuela donde había unas 90 personas en el sótano, mientras que las tropas ucranianas se negaban a rendirse en una planta de acero sitiada en el estratégico puerto de Mariúpol.
La costa sur de Ucrania quedó destruida por la guerra el sábado, ya que las fuerzas rusas lanzaron misiles cruceros en la ciudad de Odesa y bombardearon una planta siderúrgica que albergaba a civiles y combatientes ucranianos, con la esperanza de completar su conquista del puerto de Mariúpol.
Las fuerzas de seguridad de Israel emprendieron el viernes una intensa persecución para dar con dos palestinos sospechosos de un apuñalamiento cerca de Tel Aviv en el que fallecieron tres israelíes.
El grupo de portaaviones Liaoning de China se ha embarcado en una misión de entrenamiento de “combate realista” en el Pacífico Occidental, informó el martes la Marina china.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirma que la guerra en Ucrania ha agravado los problemas en el hemisferio occidental que causó la pandemia del coronavirus, como el aumento de la pobreza.
El primer ministro de Japón Fumio Kishida habló sobre la guerra en Ucrania con líderes vietnamitas el domingo y afirmó que coincidieron en que se debe respetar el derecho internacional y en que no debe ser usada la fuerza.
Pelosi y media docena de legisladores estadounidenses se reunieron con Zelenskyy y sus principales colaboradores durante unas tres horas el sábado por la noche, con el fin de expresar la solidaridad estadounidense con la asediada nación y recibir una evaluación de primera mano
Fuerzas ucranianas peleaban el sábado pueblo por pueblo para frenar un avance ruso en el oriente del país, mientras Naciones Unidas buscaba negociar la evacuación de civiles del último baluarte defensivo de la ciudad portuaria de Mariúpol, ahora reducida a ruinas.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy habló en ruso durante un discurso en un video emitido por la noche en el que insta a los soldados rusos a no luchar en Ucrania e indicó que incluso los propios generales rusos prevén que miles de ellos morirán.
Serbia exhibió públicamente el sábado un sistema de misiles antiaéreos adquirido recientemente de China, generando preocupación en Occidente y entre algunos vecinos del país de que una acumulación de armamentos en los Balcanes amenaza la frágil paz en la región.
Fuerzas ucranianas batallaban el sábado para frenar un avance ruso para capturar una región industrial en el este, junto con el último bastión ucraniano en la ciudad sureña de Mariúpol, donde combatientes y civiles ocultos bajo una siderúrgica severamente dañada sufren condiciones atroces.
Los constantes ciberataques rusos sobre Ucrania han causado menos daños de lo que muchos esperaban. Pero la mayoría de sus ataques se centran en un objetivo distinto, que llama menos la atención pero que puede tener escalofriantes consecuencias: recopilar datos personales.
La reforma del Consejo de Seguridad —que según la carta de la ONU es el encargado de garantizar la paz y la seguridad internacionales— ha sido discutida y debatida por más de 40 años y fue el tema central de los comentarios de países antes y después de la aprobación de la resolución el martes.
Tres ciudadanos chinos y su conductor paquistaní murieron el martes en una explosión que destrozó su camioneta en un campus universitario en el sur de Pakistán, según las autoridades.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, advirtió el lunes que Ucrania corre el riesgo de provocar la Tercera Guerra Mundial y dijo que la amenaza de un conflicto nuclear “no debe subestimarse”.
Los rusos no han dado muestras de atenuar sus ataques en otras zonas de Ucrania. Cinco civiles murieron y otros cinco fueron heridos el domingo en Donetsk, dijo el gobernador de la asediada región oriental, Pavlo Kirilenko. Las autoridades reportaron un muerto más en Járkov, en el noreste.
El Ministerio ruso de Defensa dijo que a las 1100 GMT (14:00, hora local) abriría un corredor humanitario para que todos los civiles abandonasen la planta de Azovstal en Mariúpol. Las tropas rusas detendrán el fuego para permitir que los civiles abandonen la planta con seguridad, añadió.
Blinken indicó que Washington aprobó una venta por 165 millones de dólares en municiones, las cuales serían en su inmensa mayoría para armas ucranianas de la era soviética, y también otorgará financiamiento por más de 300 millones de dólares para la adquisición de más provisiones.
Los ataques dañaron cinco estaciones ferroviarias en el centro y oeste de Ucrania, dejando un trabajador muerto, dijo Oleksandr Kamyshin, director de la compañía ferroviaria estatal de Ucrania.
El gasto militar mundial anual superó por primera vez los 2 billones de dólares en 2021, a pesar de la pandemia de coronavirus, según un informe difundido este lunes por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI).
