TRASCENDENTAL
El Sábado Santo, Jesús en el sepulcro
Y llegada la tarde del viernes vino José de Arimatea, miembro ilustre del Sanedrín y, con audacia, llegó hasta Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se sorprendió de que ya hubiera muerto y, llamando al centurión, le preguntó si efectivamente había muerto. Este le asegura que está muerto.