EFEMÉRIDES
Romualdo, Santo
En un siglo en el que la relajación de las costumbres era espantosa, Dios suscitó un hombre formidable que vino a propagar un modo de vivir dedicado totalmente a la oración, a la soledad y a la penitencia, San Romualdo.
En un siglo en el que la relajación de las costumbres era espantosa, Dios suscitó un hombre formidable que vino a propagar un modo de vivir dedicado totalmente a la oración, a la soledad y a la penitencia, San Romualdo.
Contemplaremos, paso a paso, un hermosísimo pasaje evangélico. Veremos a los apóstoles que, atemorizados, se escondían bajo llave. Veremos a Jesús que amorosamente se acerca a ellos y les anima. Veremos al apóstol Tomás que no se anima a creer en la Resurrección del Señor.
Hoy vivimos en un mundo que no sabe cómo ser verdaderamente feliz con la felicidad de Jesús, un mundo que busca la felicidad de Jesús en todos los lugares equivocados y de la forma más equivocada posible. Buscar la felicidad sin Jesús sólo puede conducir a una infelicidad aún más profunda.
Estando en el Monte de los Olivos, pocos días antes de la Santa Cena, Jesús habló a los Apóstoles respecto al fin del mundo y de las señales que precederán ese magno acontecimiento.
Bien sabemos qué cosas sucederán al hombre al final de su vida en la tierra: la muerte, el juicio y un destino eterno; estas etapas o pórticos son llamados postrimerías o novísimos. El destino eterno podrá ser el Cielo o el Infierno.
«Desapercibido en la tierra, notorio en el cielo. Preciado escabel para un alma noble. El maestro de novicios de este virtuosísimo trapense fue decisivo en su gran vocación. En pocos años de vida religiosa conquistó la gloria»
Jesús dijo a sus discípulos: "Habéis oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto".
La fe nos enseña que el verdadero Dios es una Trinidad, esto es, que en una sola esencia o naturaleza divina hay tres personas, que son: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Estas tres personas, numéricamente distintas entre sí, son perfectamente iguales, por tener una sola e idéntica naturaleza.
"Habéis oído también que se dijo a los antepasados: ‘No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos’. Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén..."
"¿Cómo podemos desvelar el misterio de nuestra propia identidad, el significado y fin de nuestra existencia en estos breves y fugaces años de la vida en la tierra?"
Celebramos que Donald Trump no aplicó a nuestro país los aranceles comerciales con que nos había amenazado. La condición que nos puso fue frenar la migración que desde el sur pasa por nuestro territorio hacia los Estados Unidos. Y este punto tiene muchos factores.
Jesucristo es exigente, no se conforma con una entrega a medias, quiere nuestro corazón totalmente para Él; pide todo. Nos dice: Si alguno viene y no aborrece a su padre, a su madre,... y aun su propia vida, no puede ser mi discípulo.
En Constantinopla, san Metodio, obispo, que, siendo monje, se dirigió a Roma, en el pontificado del papa Pascual I, para defender el culto de las sagradas imágenes y, elevado al episcopado, celebró solemnemente el triunfo de la fe ortodoxa. († 847)
Nos dice el Señor: “Hijo mío, si te propones servir al Señor, prepárate para la prueba; mantén firme el corazón y sé valiente; no te asustes en el momento de la adversidad. Pégate al Señor y nunca te desprendas de él, para que seas recompensado al fin de tus días.
La valentía caracteriza al seguidor de Jesucristo. Esa valentía no surge desde la confianza en uno mismo, o desde ideas sin fundamento, o desde el apoyo de millones de bautizados.
¿De dónde surgen las valoraciones? La respuesta no resulta fácil, pues en las valoraciones entran en juego la cultura, los sentimientos, las ideas, la historia personal de cada uno, y otros aspectos que configuran los modos de pensar y de decidir.
«La esperanza de los pobres nunca se frustrará». Las palabras del Salmo son el título del Mensaje del Papa en esta Tercera Jornada Mundial de los pobres que el Pontífice ha instituido al concluir el Jubileo de la Misericordia que es el 17 de noviembre.
Célebre apóstol franciscano, doctor de la Iglesia universal y uno de los santos más venerados por el pueblo cristiano. Es conocido domo «el santo de todo el mundo» por la amplísima devoción popular de que siempre ha gozado dentro de la Iglesia, como «el santo de los milagros».
Uno de los argumentos que desde el ateísmo se utiliza para defender sus tesis y para convencer a creyentes tibios es que se puede ser bueno sin necesidad de Dios.
Decía Dr. Plinio entonces, que si bien el subsuelo de todo gran hombre lo constituye la admiración de sus contemporáneos, junto a esta admiración conviven también los gusanos de los resentimientos y las envidias. Y que es común que la opinión pública vea con alivio la caída del coloso.