Rachid Alachoun, un fontanero de 40 años, limpia la ropa en el tejado de su casa. La mitad sigue en pie, mientras que la otra mitad se ha reducido a montones de escombros visibles desde el tejado. Alachoun está entre los sobrevivientes cerca del epicentro de un sismo que golpeó Marruecos
El hedor de la muerte flota sobre la aldea de Imi N’Tala en los montes Atlas de Marruecos cuatro días después de que un terremoto mortífero arrancó la ladera de una montaña, mató a los habitantes y redujo la aldea a escombros.
El terremoto ha dejado ya cerca de 3,000 muertos en todo el país ha supuesto un desafío para los servicios de rescate y las agencias de ayuda humanitaria, que se enfrentan a la falta de acceso a las comunidades más vulnerables en zonas remotas del Alto Atlas.
En concreto, el Gobierno tiene documentados ya 2.901 fallecidos, mientras que la cifra de heridos asciende a 5.530. Sólo en la provincia de Al Hauz han perecido 1.643 personas, mientras que en Tarudant el dato asciende a 976, según un informe que da cuenta de muertes en una decena de regiones.
En el documento hablaban también de su "voluntad de apoyar a Marruecos de la mejor manera posible", incluida la atención a las necesidades financieras urgentes a corto plazo. El FMI y el BM habían manifestado que su atención inmediata se centraba en la respuesta inicial a la catástrofe.
En tanto, una escena de horror: El aire se llenaba del hedor a ganado muerto. Otros animales quedaron atrapados entre los escombros. Por las calles había vendajes ensangrentados. Aunque la comunidad ha recibido comida y agua, necesita mucho más.
Los equipos de rescate marroquíes, apoyados por refuerzos extranjeros, continúan el lunes sus esfuerzos para encontrar supervivientes y asistir a los cientos de personas cuyas casas quedaron arrasadas por el sismo que dejó casi 2,700 muertos.
Soldados marroquíes y equipos de ayuda en camiones y helicópteros trataban de llegar a localidades remotas de montaña devastadas por un enorme terremoto que mató a más de 2,400 personas, mientras sobrevivientes desesperados buscaban ayuda para seres queridos que temían hubieran quedado atrapados.
Al menos 2.122 personas han muerto y 2.421 han resultado heridas como consecuencia del terremoto que sacudió en la noche del viernes al sábado la región del Alto Atlas, cerca de Marrakech, según el último balance oficial. El Ministerio del Interior ha publicado la última actualización de víctimas .
Muchas personas durmieron en las calles de Marrakech por tercera noche consecutiva mientras soldados y equipos internacionales de asistencia comenzaban a recorrer remotos poblados en las montañas de Marruecos, los cuales fueron los más afectados por un terremoto sin precedentes en el país.
El Ministerio del Interior de Marruecos explicó en un comunicado que solo acepta la ayuda ofrecida por España, Reino Unido, Qatar y Emiratos Árabes Unidos en respuesta al terremoto que ha dejado más de 2 mil 100 muertos en la región de la cordillera del Atlas.
El temblor del viernes derribó edificios en pueblos y ciudades de montaña que no estaban construidos para resistir un sismo tan poderoso. Se había confirmado la muerte de unas 2.122 personas y al menos 2.421 heridos, de los que 1.404 estaban críticos, reportó el Ministerio del Interior.
Ante el impredecible fenómeno natural, el cual ya ha provocado la muerte de al menos dos mil personas, geólogos expertos se han dado a la tarea de representar gráficamente cómo es que fue evolucionando el movimiento de las placas tectónicas para finalmente desembocar en el fuerte terremoto.
El movimiento telúrico se sintió en localidades norteñas como Larache, a 550 kilómetros del epicentro, así como en Casablanca y Rabat, a 300 y 370 kilómetros, respectivamente, donde sus habitantes salieron a las calles por temor a réplicas, mismas que se han presentado, pero con menor intensidad.
Un potente e inusual terremoto que sacudió Marruecos el viernes por la noche y dejó al menos 632 muertos y 329 heridos, además de cientos edificios dañados, dijo el gobierno del país del norte de África. El sismo dañó construcciones desde la ciudad de Marrakech hasta la cordillera del Atlas.
La ola de "calor extremo" que azotó a finales de abril a España, Portugal y el norte de África sería "casi imposible sin el cambio climático", aseveró un informe científico publicado este viernes.
En España, la segunda ola de calor del verano mantuvo las máximas por encima de 40 grados Celsius en muchos lugares. Según el Instituto Carlos III, que registra las muertes asociadas al calor cada día, entre el 10 y 15 de julio se asociaron 360 decesos a las altas temperaturas.
Tras los "Acuerdos de Abraham" de 2020, que permitieron a Israel normalizar sus relaciones con algunos vecinos árabes de la región, Arabia Saudí ya había permitido a aerolíneas israelíes atravesar su espacio aéreo pero solo con destino a Emiratos Árabes Unidos.
Para Mikail Yuksel, fundador del partido "Nyans", uno de cuyos objetivos es defender a los musulmanes de la "islamofobia" en Suecia, descartar toda la campaña como "desinformación" es una forma muy conveniente de evadir las críticas a la ley UVL, que rige la colocación de los niños.
Los rescatistas abrieron una gran zanja oblicua para acceder al lugar donde estaba el niño. Pero a medida que se acercaban al pozo, tenían que proceder con mucho cuidado para evitar desprendimientos. El terreno rocoso también dificultó la operación.
