VALORES MORALES
Amar al enemigo
La ley judía exigía amar sólo al prójimo: “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Significa amar al que está cerca, al que vive conmigo, al hermano, pariente, amigo.
La ley judía exigía amar sólo al prójimo: “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Significa amar al que está cerca, al que vive conmigo, al hermano, pariente, amigo.
Memoria de santa Inés, virgen y mártir, que siendo aún adolescente, ofreció en Roma el supremo testimonio de la fe, consagrando con el martirio el título de la castidad.
El significado y el papel que asume la presencia de la Virgen se manifiesta cuando llega a faltar el vino. Ella, como experta y solícita ama de casa, inmediatamente se da cuenta e interviene para que no decaiga la alegría de todos y, en primer lugar, para ayudar a los esposos en su dificultad.
En verdad, repetía lo que había declarado por la voz de los profetas. Pero todos quedaban admirados, porque Él no enseñaba con el método de los escribas, sino con autoridad; no como un rabino, sino como Señor. No se refería a uno mayor que Él; las palabras que profería eran suyas.
Las palabras de san Pablo resuenan también en nuestros corazones: "Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y (ay de mí si no predicara el Evangelio!" .
Prisca era una niña de 13 años –para la ley romana, una adulta ya- que fue detenida entre un numeroso grupo de cristianos durante la persecución del emperador Claudio II (año 269). El emperador, al verla de tan corta edad, creyó fácil vencerla y la llevó al templo de Apolo,
El resto de la novela narra las decisiones y los cambios de Christopher a lo largo de los años. La trama se entrelaza con noticias o relatos sobre la túnica sin costura que habría envuelto el cuerpo de Cristo, sobre la que se habla en momentos clave de la existencia de Christopher.
Estando en Chiapas, durante las campañas electorales, me buscaban varios candidatos a presidencias municipales, a cargos legislativos, a la gubernatura y, en algunos casos, a la presidencia de la República, para preguntar mi opinión sobre la situación del Estado y del país.
Memoria de san Antonio, abad, que, habiendo perdido a sus padres, distribuyó todos sus bienes entre los pobres siguiendo la indicación evangélica y se retiró a la soledad de la Tebaida, en Egipto, donde llevó una vida ascética. Trabajó para reforzar la acción de la Iglesia.
En Roma, en el cementerio de Priscila, en la vía Salaria Nueva, sepultura de san Marcelo I, papa, que, como recuerda el papa san Dámaso, fue un verdadero pastor, por lo que sufrió mucho, siendo expulsado de su patria y muriendo en el destierro por haber sido denunciado falsamente.
El cubierto también obliga a tomar los alimentos con cierta temperancia, de a bocados, y con ello favorece el dominio del alma sobre el cuerpo, combate de esa manera la gula.
Por otra parte la cultura postmoderna está demoliendo los valores conyugales promoviendo uniones espontáneas y transitorias sin compromiso alguno. No cabe duda de que la institución matrimonial está atravesando una profunda crisis.
En Glanfeuil, junto al río Loire, en el territorio de Anjou, de la Galia (hoy Francia), san Mauro, abad (s. VI/VII).
Llegó Jesús a Cafarnaum y el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar.
En un reciente artículo de José María Carrascal en ABC encontré la siguiente frase: “El nacionalismo, a la postre, no es más que una religión laica que promete el cielo en la tierra”.
Respecto del traslado de la sede de la Iglesia de Jerusalén a Roma, el libro de los Hechos de los Apóstoles termina su relato cerca de la actividad de Pedro en la iglesia madre de Jerusalén con la frase, enigmática, de que “se marchó a otro lugar”.
«Este gran apóstol de los leprosos ratifica la grandeza de una vocación que llevó al extremo, como fiel discípulo de Cristo. Nada le detuvo en su misión ejercida en la Guayana Holandesa, ni siquiera su estado de salud y avanzada edad»
Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva». Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar.
Juan se percata de su misión, comprende lo que el Padre quiere realizar, y sumerge profundamente a Cristo en las aguas del Jordán, para que éstas pudieran quedar santificadas al contacto con el Salvador del mundo. Cristo sale triunfante y victorioso de las aguas del Jordán.
«Sucedió que cuando todo el pueblo estaba bautizándose, bautizado también Jesús y puesto en oración, se abrió el cielo, y bajó sobre Él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del cielo: «Tú eres mi hijo; el Amado, en ti me he complacido».