MUY OPORTUNO
La mentira, abominable
1 Juan 2:3-4; Si alguien dice: «Yo lo conozco», pero no guarda sus mandatos, ése es un mentiroso y la verdad no está en él. Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
1 Juan 2:3-4; Si alguien dice: «Yo lo conozco», pero no guarda sus mandatos, ése es un mentiroso y la verdad no está en él. Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
En la ciudad de Toledo, en la Hispania Tarraconensis (hoy España), san Ildefonso, que fue monje y rector de su cenobio, y después elegido obispo. Autor fecundo de libros y de textos litúrgicos, se distinguió por su gran devoción hacia la santísima Virgen María, Madre de Dios.
Jesús de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: «Levántate ahí en medio». Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal».
San Luis IX rey de Francia partió a la sexta cruzada con su esposa Margarita de Provenza en 1248. Iban también con él sus tres hermanos: Roberto, Alfonso y Carlos. El rey había dejado a su madre Doña Blanca de Castilla el gobierno y cuidado de todo el reino y de sus tres hijos nacidos hasta ahora.
Como no existe Cielo, Infierno ni Purgatorio, ni un juicio particular post mortem ante un tribunal supremo de última instancia y con sentencia irrevocable, lo mejor es dedicarnos a disfrutar plenamente esta vida terrena sin importar mucho los perjuicios que podamos causarle al prójimo.
San Vicente, diácono de Zaragoza y mártir, que durante la persecución bajo el emperador Diocleciano hubo de sufrir cárcel, hambre, potro, láminas candentes, hasta que, en Valencia, en la Hispania Cartaginense (hoy España), voló al cielo a recoger el premio del martirio.
Cruzaba Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a abrir camino arrancando espigas. Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?». Él les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre...»
Ser cristiano es ser apóstol, tener una misión. El apostolado cristiano, la evangelización, consiste en contarle al mundo nuestro encuentro personal con Jesucristo: comunicar esta buena noticia, la gran noticia, la mejor noticia para cada persona y para la humanidad.
La ley judía exigía amar sólo al prójimo: “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Significa amar al que está cerca, al que vive conmigo, al hermano, pariente, amigo.
Memoria de santa Inés, virgen y mártir, que siendo aún adolescente, ofreció en Roma el supremo testimonio de la fe, consagrando con el martirio el título de la castidad.
El significado y el papel que asume la presencia de la Virgen se manifiesta cuando llega a faltar el vino. Ella, como experta y solícita ama de casa, inmediatamente se da cuenta e interviene para que no decaiga la alegría de todos y, en primer lugar, para ayudar a los esposos en su dificultad.
En verdad, repetía lo que había declarado por la voz de los profetas. Pero todos quedaban admirados, porque Él no enseñaba con el método de los escribas, sino con autoridad; no como un rabino, sino como Señor. No se refería a uno mayor que Él; las palabras que profería eran suyas.
Las palabras de san Pablo resuenan también en nuestros corazones: "Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y (ay de mí si no predicara el Evangelio!" .
Prisca era una niña de 13 años –para la ley romana, una adulta ya- que fue detenida entre un numeroso grupo de cristianos durante la persecución del emperador Claudio II (año 269). El emperador, al verla de tan corta edad, creyó fácil vencerla y la llevó al templo de Apolo,
El resto de la novela narra las decisiones y los cambios de Christopher a lo largo de los años. La trama se entrelaza con noticias o relatos sobre la túnica sin costura que habría envuelto el cuerpo de Cristo, sobre la que se habla en momentos clave de la existencia de Christopher.
Estando en Chiapas, durante las campañas electorales, me buscaban varios candidatos a presidencias municipales, a cargos legislativos, a la gubernatura y, en algunos casos, a la presidencia de la República, para preguntar mi opinión sobre la situación del Estado y del país.
Memoria de san Antonio, abad, que, habiendo perdido a sus padres, distribuyó todos sus bienes entre los pobres siguiendo la indicación evangélica y se retiró a la soledad de la Tebaida, en Egipto, donde llevó una vida ascética. Trabajó para reforzar la acción de la Iglesia.
Vino a Jesús un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio». Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente...
En Roma, en el cementerio de Priscila, en la vía Salaria Nueva, sepultura de san Marcelo I, papa, que, como recuerda el papa san Dámaso, fue un verdadero pastor, por lo que sufrió mucho, siendo expulsado de su patria y muriendo en el destierro por haber sido denunciado falsamente.
Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.