El PT sigue manifestando que Lula es su único candidato y que no cuenta con plan B, aunque poco a poco empieza a haber movimientos: el propio expresidente difundió el 23 de abril una carta a su partido pidiendo a sus correligionarios que se sintieran libres para decidir sobre su candidatura.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dijo haber recibido con felicidad el resultado de una nueva encuesta de intención de voto para las elecciones presidenciales de octubre próximo en la que permanece como líder pese a su encarcelamiento para cumplir una condena por corrupción.
La líder ecologista Marina Silva, precandidata para las elecciones presidenciales del próximo octubre en Brasil, aseguró hoy que el exmadataro Luiz Inácio Lula da Silva, del que fue ministra, cumple condena por los "errores que cometió".
Solidaridad, un partido vinculado a organizaciones sindicales, postuló hoy como su precandidato a la Presidencia de Brasil a Aldo Rebelo, un antiguo dirigente comunista que fue ministro en los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
El exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde el 7 de abril por corrupción, continúa como favorito para las elecciones presidenciales de octubre próximo, si pudiera presentarse a ellas, según una encuesta divulgada hoy.
Las airadas protestas de personas de izquierda afuera de sus negocios no impedirán que el multimillonario Flavio Rocha participe en las elecciones presidenciales de Brasil este año, abogando por la represión del crimen, una intervención mucho menor del Estado y valores familiares conservadores.
Aunque en Brasil los nombres más comunes son María y José, en el Congreso Nacional el más popular puede llegar a ser "Lula", gracias a que varios legisladores del Partido de los Trabajadores (PT) buscan incluirlo en sus nombres parlamentarios como gesto de solidaridad con el expresidente.
La detención del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y la multiplicación del número de candidatos, hasta ahora 16 confirmados, hacen de las elecciones presidenciales de octubre próximo en Brasil las más imprevisibles desde que el país recuperó la democracia en 1985.
El expresidente se entregó el sábado a la Policía Federal para empezar a cumplir su condena de 12 años por corrupción, pero no sin antes pasar dos días rodeado de seguidores que lo acompañaron toda la noche en la sede del sindicato metalúrgico de São Bernardo do Campo.
Después de meses de prometer que la condena por corrupción no evitaría que contendiera para un tercer periodo como mandatario de Brasil, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva se entregó a la policía el sábado para comenzar a cumplir una sentencia de doce años de cárcel.
Lula tendría derecho a hacer campaña aunque esté encarcelado después de haber sido registrado oficialmente como candidato en agosto. El exmandatario ya ha estado recorriendo Brasil durante la precampaña. En muchos lugares se encontró con un caluroso recibimiento, pero no en todos.
Ese plan, que el PT niega oficialmente, consistiría en que Lula, impedido de ser candidato, escoja un apadrinado,como ocurrió en 2010 cuando dio su bendición política a la por entonces candidata presidencial Dilma Rousseff.
Lula encabeza las encuestas electorales a pesar de su condena y de varias acusaciones de corrupción adicionales que esperan juicio. El fallo supone que el exmandatario podría ingresar pronto en prisión, algo que probablemente no ocurrirá hasta la próxima semana debido a varios tecnicismos.
La cúpula del Ejército ha entrado de lleno en la campaña de presiones al Supremo Tribunal Federal, que este miércoles debe decidir sobre el recurso de Lula contra la orden de prisión dictada por los jueces que el pasado enero lo condenaron a 12 años por corrupción.
La Corte Suprema de Brasil comenzó a votar este miércoles si el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva puede ser detenido para cumplir una condena de más de 12 años de cárcel por corrupción, a seis meses de las elecciones que lo tienen como favorito.
El mensaje en el que el comandante del Ejército manifestó "repudio a la impunidad" en vísperas del juicio que hoy define la suerte del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva elevó la tensión política en Brasil, pese a que tanto Gobierno como aliados del exmandatario intentaron restarle importancia.
"Las declaraciones son una grave afrenta a la independencia de los poderes, al debido proceso legal, una amenaza al estado democrático de derecho y señalan un desvío del papel de las Fuerzas Armadas en Brasil", señaló Amnistía Internacional en un comunicado.
Miles de brasileños presionaron a la Corte Suprema en las calles de las principales ciudades del país para que niegue el "habeas corpus" preventivo solicitado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, lo que lo podría dejar a un paso de su encarcelamiento tras ser condenado por corrupción.
Pese a que probablemente no se le permita postularse a la presidencia por haber sido declarado culpable de cargos de corrupción, Lula encabeza la contienda electoral. Pero en el actual clima polarizado de Brasil, él ya no es el personaje universalmente querido después de dos mandatos.
De acuerdo con la publicación, en la capital del estado de Paraná quedaría conformado un frente antifascista, en el cual unirían fuerzas Lula y otros dos precandidatos presidenciales: Manuela D'Ávila, del Partido Comunista de Brasil (PCdoB); y Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad .
