Las divisas latinoamericanas se debilitaban el viernes, en línea con sus pares de mercados emergentes en otras regiones, ante la fortaleza del dólar después de que la Reserva Federal estadounidense mantuvo su postura de endurecimiento monetario y parecía encaminada a elevar las tasas de interés.
Las acciones mundiales caían el viernes, camino a marcar su peor semana en casi seis meses, con un desplome de las bolsas en Asia a mínimos de 14 meses mientras los inversores se preparaban para una nueva escalada en la disputa comercial entre Estados Unidos y China.
Las monedas de Brasil y Argentina deberían recuperarse de una ola de ventas que las hundieron a mínimos de varios años, de acuerdo a una encuesta de Reuters, en la que los comentarios de los consultados fueron menos tajantes que en ocasiones previas debido a la creciente volatilidad del mercado.
Las familias argentinas hacen frente a una inflación del 30%. Las empresas en Turquía podrían irse a la quiebra debido a sus crecientes deudas. Y los inversionistas que apostaron a los mercados emergentes sufrirán grandes pérdidas este año.
El peso argentino cotizaba con una leve alza el miércoles, en medio de arduas negociaciones entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr un adelanto de recursos que permita lidiar con una grave crisis económica.
El conflicto comercial entre Estados Unidos y China mantenía al dólar cerca de máximos de dos semanas el miércoles, infligiendo nuevas pérdidas a los mercados emergentes y presionando a las acciones mundiales por cuarto día consecutivo.
El real brasileño cayó el lunes debido a que las crecientes preocupaciones sobre las elecciones presidenciales de este año se sumaron a la aversión global al riesgo, mientras que el peso argentino extendió su reciente desplome.
El peso argentino cotizó en alza el viernes luego del estrepitoso derrumbe de la jornada anterior, aunque los ojos de los inversores estuvieron puestos en las medidas que el Gobierno anunciará el lunes para avanzar en una reducción del déficit necesaria para lograr financiamiento del FMI.
El peso argentino operaba con una moderada alza el viernes luego del estripitoso derrumbe de la jornada anterior, aunque los ojos de los inversores estaban puestos en las medidas que el Gobierno anunciará el lunes para avanzar en una reducción del déficit, para lograr financiamiento del FMI.
Un día de máxima tensión se vivió hoy en Argentina, con el dólar en una disparada de 18,8% a más de 40 pesos por unidad, lo que obligó al Banco Central a subastar 500 millones de dólares de sus arcas y mantiene al Gobierno de Mauricio Macri en crispación.
La bolsa de Sao Paulo cerró el jueves con una baja de más de un 2 por ciento, afectada por un ambiente de mayor aversión al riesgo en el exterior y por un escenario electoral doméstico que sigue envuelto en la incertidumbre y mantiene la volatilidad en el mercado.
Argentina subió el jueves a un altísimo nivel las tasas de interés y dijo que el lunes anunciará medidas para reducir aún más su déficit fiscal, en medio de una crisis financiera que llevó a una estrepitosa caída del peso por la desconfianza de los mercados.
Tras siete jornadas consecutivas de caída del peso argentino, el presidente Mauricio Macri dio un discurso el miércoles para asegurar a los mercados que el país sudamericano no tendrá problemas en pagar sus deudas.
El peso argentino caía un 10 por ciento el jueves, incluso después de una leve recuperación tras la decisión del banco central de subir las tasas de interés, lo que provocaba pérdidas generalizadas en activos de mercados emergentes.
El Banco Central de Argentina aumentó la tasa principal de interés en quince puntos porcentuales en un intento de lentificar el desplome de su moneda y de atender los temores de que el país no podrá hacer los pagos de su deuda.
El Banco Central de Argentina adoptó hoy fuertes medidas en su política monetaria ante una nueva depreciación del peso, un capítulo más en las tensiones del mercado cambiario local registradas en los últimos meses y que se potencian con las malas noticias que llegan desde Turquía.
El banco central argentino dijo el lunes que subió la tasa de política monetaria a 45 por ciento desde el 40 por ciento previo, dada la actual coyuntura externa y el riesgo de que una mayor devaluación del peso acelere la ya elevada inflación doméstica.
Las acciones y monedas latinoamericanas bajaban el viernes, por una agitación generalizada de los mercados emergentes después de que la lira turca entró en caída libre.
Las monedas de América Latina seguirán rigiéndose por los efectos de las tensiones comerciales a nivel mundial y la tendencia del dólar en los mercados externos, después de que los comentarios del presidente Donald Trump provocaron un retroceso de la divisa estadounidense.
El volumen de cheques impagos en Argentina ha subido con fuerza, lo que muestra el impacto que están sufriendo empresas locales debido a una caída en el consumo doméstico y a las alzas de tasas que implementó el Gobierno para frenar las sacudidas financieras de mayo.
