TESTIMONIOS
Estilos particulares de santos
Simone Weil comentó una vez que hoy no vale ser simplemente santo; más bien “debemos profesar la santidad que demanda el momento presente”.
Simone Weil comentó una vez que hoy no vale ser simplemente santo; más bien “debemos profesar la santidad que demanda el momento presente”.
En Roma, en la basílica situada en el monte Aventino, se celebra con el nombre de Alejo a un hombre de Dios que, como cuenta la tradición, dejó su opulenta casa para vivir como un pobre mendigo pidiendo limosna (s. IV).
Uno de sus discípulos le pidió a Jesús que los enseñara a orar y Él lo hizo, enseñándoles la oración del Padrenuestro. Es así como Jesús nos regaló esta oración siendo la oración cristiana fundamental, la que todos nos sabemos, grandes y chicos, la que rezamos en la casa, en el colegio, en la Misa.
La desintegración familiar, los divorcios cada día van en aumento porque el egoísmo y la soberbia crece. Todo mundo busca, vivir “feliz”, se esfuerza al máximo por crear, cuidar y vivir en su zona de confort.
Si se hiciera una encuesta nos encontraríamos con que hay mucha gente que cree en Dios, pero también con otros que dicen no creer o que "pasan".
Para educar integralmente no basta saber como funciona el cerebro ni cual es la estructura y la dinámica de las emociones. Es preciso conocer dónde está el bien y tratar de ponerlo en práctica. Muchas veces -afirma el autor- se pretenden poner remedios psiquiátricos a lo que son problemas morales.
Desde los antiguos ermitaños que se establecieron en el Monte Carmelo, kos Carmelitas han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada.
Después del fin del mundo, Nuestro Señor realizará la resurrección de los muertos. Los elegidos brillarán por su pulcritud, mientras que los precitos serán asquerosos.
¿Qué persona extraordinariamente sabia, o qué altísimo ángel de luz, un serafín, por ejemplo, tendría capacidad de idear esa originalidad única?
Memoria de la inhumación de san Buenaventura, obispo de Albano y doctor de la Iglesia, celebérrimo por su doctrina, por la santidad de su vida y por las preclaras obras que realizó en favor de la Iglesia.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: «No penséis que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y enemigos de cada cual serán los que conviven con él».
“En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal [...].
El pardal no vuela con la elegancia de las golondrinas, no canta como los ruiseñores, ni posee los bellos colores de las saíras. Carece de la agilidad vertiginosa del colibrí y la habilidad de un hornero. Es, tal vez, el más insignificante de los pajaritos.
Entre esas ayudas, una consiste en el dolor por el propio pecado. Un dolor que no coincide simplemente con lo que uno siente al constatar su propia flaqueza.
Un grupo de denominaciones protestantes está colaborando en la distribución de un folleto titulado “Cartilla Moral”, obra original de Alfonso Reyes, adaptada por José Luis Martínez, editada por vez primera en 1952, reimpresa por la Secretaría de Educación Pública en 1992 y en 2018.
En la ciudad de Los Andes, en Chile, santa Teresa de Jesús (Juana) Fernández Solar, virgen, que, siendo novicia en la Orden de Carmelitas Descalzas, consagró, como ella misma decía, su vida a Dios por el mundo pecador, muriendo de tifus a los veinte años de edad (1920).
«Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes.»
Al hablar de las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado es común describir al Estado como laico. Incluso se hacen esfuerzos por preservar la laicidad del Estado ante lo que se consideran ataques a esta característica.
Fiesta de san Benito, abad, patrono principal de Europa, que, nacido en Norcia, en la región de Umbria, pero educado en Roma, abrazó luego la vida eremítica en la región de Subiaco, donde pronto se vio rodeado de muchos discípulos.
Daría la mitad de mi fortuna por un minuto de paz –dijo una vez un multimillonario. Y no andaba tan desubicado. Sin paz se puede tener todo menos felicidad.