Las autoridades colombianas el viernes atribuyeron el ataque con bomba que dejó 21 muertos y más de 70 heridos en una academia policial a un experto en explosivos, miembro del último grupo rebelde en actividad.
Las autoridades colombianas trataban el viernes de identificar el motivo de un flagrante atentado con coche bomba contra una academia de policía en Bogotá, que dejó perplejos a los residentes y planteó serias dudas sobre la persistencia de las amenazas a la seguridad.
Ocho personas murieron y, hasta el momento, veintitrés resultaron heridas en un ataque con coche bomba en una academia policial, de acuerdo con el ministerio de Defensa de Colombia.
La explosión de un coche bomba en la Escuela de Policía General Santander de Bogotá ha dejado este jueves al menos nueve muertos y más de 50 heridos.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la mayor guerrilla activa de Colombia, admitió el secuestro de tres tripulantes de un helicóptero que fue incinerado en el noreste del país, un hecho que según el gobierno aleja la posibilidad de iniciar un diálogo de paz con ese grupo rebelde.
Ocho personas murieron y otras 10 resultaron heridas el jueves por la explosión de un carro bomba en el interior de la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional en el sur de la capital colombiana, en un hecho que el gobierno calificó como “un acto terrorista”.
Víctor Vázquez, un agente de la DEA nacido en México, testificó que ésta fue la primera vez que Estados Unidos se unía exclusivamente a marines mexicanos y no informaba a la policía federal o local mexicana de la operación, ocurrida cerca de Culiacán.
Un agente antinarcóticos conocido por sus gustos caros y por haber confiscado grandes cantidades de drogas fue implicado en una conspiración para lavar dinero que involucró a los carteles que debía combatir en Colombia.
El capo mexicano del narcotráfico Joaquín “El Chapo” Guzmán estaba interesado en dirigir una película sobre su vida en 2007, mucho antes de su conocida reunión con el actor estadounidense Sean Penn y la actriz mexicana Kate Del Castillo en 2015, dijo el lunes un testigo del juicio.
En una cadena de mensajes, el Chapo y Emma Coronel Aispuro, su esposa, primero hablan con ternura de sus hijas gemelas y un segundo después cambian de tema para discutir si los lugartenientes del cártel habían sido acribillados durante una balacera.
Joaquín “El Chapo” Guzmán estaba obsesionado con un software de espionaje a través del cual podía escuchar lo que sus colaboradores decían de él por teléfono y hasta después de colgarlo.
El líder opositor Julio Borges ha considerado este miércoles que la Fuerza Armada es "el último eslabón" que falta para propiciar la caída del Gobierno de Nicolás Maduro, que el jueves tomará posesión para un segundo mandato que no reconocerá buena parte de la comunidad internacional.
En febrero de 2010, un agente encubierto del FBI se reunió en un hotel de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, con un experto en informática colombiano que había sido elegido como objetivo de una investigación muy delicada.
Armando Acuña acudió al nuevo tribunal de paz de Colombia a contar la historia de su secuestro con las cadenas que los rebeldes utilizaron en su cautiverio de casi dos años.
El juicio contra Joaquín Guzmán entra en la recta final y para amarrar los testimonios de los cooperantes protegidos que pasaron por el estrado, la acusación presenta una serie de llamadas telefónicas que revelan la filosofía que seguía El Chapo como principal gestor de la empresa criminal.
Estados Unidos impuso sanciones el martes a un magnate de medios venezolanos cercano al presidente Nicolás Maduro, acusándolo de tramar un fraude financiero que le robó 2,400 millones de dólares a las arcas públicas.
El agente del FBI Stephen Marston dijo el martes durante el juicio a Guzmán que se celebra en Brooklyn que su agencia logró que el colombiano Christian Rodríguez cooperara con el gobierno estadounidense y facilitara así valiosa información sobre “El Chapo”.
Durante el primer día del juicio, los abogados de Guzmán Loera les dijeron a los miembros del jurado que pronto escucharían pruebas de que tanto “el presidente de México como el anterior” habían aceptado sobornos del cártel. Sin embargo, el juez al final vetó que se escuchara ese testimonio.
Estaba preparado para una extensa revisión antes de que me dieran acceso al interior de la celda en Paraguay donde se encontraba un reconocido narcotraficante, pero el guardia delgado que estaba apostado frente a las rejas apenas me tocó; tan solo pasó rápidamente sus manos por mi espalda y brazos.
Además de los jefes que administran la organización, probablemente nadie sabe más sobre el Cártel de Sinaloa que Vicente Zambada Niebla, conocido como el Vicentillo.
