MENSAJERÍA
Tiempo de Adviento: ¿qué es?
El Tiempo de Adviento es un período litúrgico de la Iglesia. Es el tiempo destinado para la preparación de la celebración de la Navidad de Nuestro Señor y Redentor.
El Tiempo de Adviento es un período litúrgico de la Iglesia. Es el tiempo destinado para la preparación de la celebración de la Navidad de Nuestro Señor y Redentor.
¿Quién era el Bautista? Era un hombre que "llevaba un vestido de piel de camello, con una corread de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre" (Mt 3, 4). Alguien diría hoy, uno con apariencia de pordiosero.
Se van configurando cada vez más en la opinión pública dos polos opuestos entre sí: los creyentes y los incrédulos. En medio, la masa mayoritaria, inmensa, de los indiferentes.
Santa Bibiana, armada de valentía y fiel a su fe, enfrentó al gobernador romano, que, para debilitar su resistencia, se la confió a una alcahueta llamada Rufina. Pero Bibiana no se doblegaría ante las tentaciones de la vida mundana y se mantuvo firme ante sus creencias.
Habiendo entrado Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos». Dícele Jesús: «Yo iré a curarle». Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra».
En esta época es común ver en las casas una especie de centro de mesa en forma de corona adornada con velas. Este hermoso arreglo, además de ser un elemento decorativo, tiene un sentido muy especial para nosotros los católicos, pues nos ayuda a entender que la Navidad está cerca.
Se tiene por ejemplar su disciplina de gobierno y esforzado en la superación de las dificultades para extender el Evangelio allí donde rebrotaba la idolatría pagana o echaban raíces los vicios de los creyentes. Hasta estuvo presente en el concilio de Chalons-sur-Seine, del 644.
Jesús a sus discípulos: «Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastró a todos».
No escribió ningún evangelio o carta, ni interviene mucho en los relatos evangélicos, es más, sus intervenciones son breves e incidentales; eso sí, muy eficaces. Podemos decir que una de las virtudes características de Andrés es la discreción.
En aquel tiempo, caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, Le siguieron.
«Yo siempre he sido considerado en mi ambiente profesional —me decía no hace mucho un viejo amigo— como una persona muy exigente. Me he exigido siempre mucho a mí mismo y he exigido también siempre mucho a los demás.
«Aquel chico –contaba el profesor Robert Coles– tenía quince años, le iban muy mal los estudios, y solía pasar horas y horas en su habitación escuchando música con la puerta cerrada.
Esta hermosa frase, tiene tanto de larga como de ancha. Puede ser tan sana como dañina. Hace parte del diccionario relativista más común de nuestros tiempos y debemos desmenuzarla tratando de comprender su significado, para bien de nuestras convicciones.
"En Tolosa, en tiempo de Decio, San Saturnino, obispo, fue detenido por los paganos en el Capitolio de esta villa y arrojado desde lo alto de las gradas. Así, rota su cabeza, esparcido el cerebro, magullado el cuerpo, entregó su digna alma a Cristo".
En aquel tiempo, Jesús puso a sus discípulos esta comparación: «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca».
Si no hay una integridad personal profunda y un carácter bien formado, tarde o temprano los desafíos de la vida sacan a la superficie los verdaderos motivos, y el fracaso de las relaciones humanas
En una entrevista a la multimillonaria Barbara Hutton, un periodista se dirigió a ella comenzando con la típica frase hecha: «Aunque sabemos que el dinero no da la felicidad, díganos, por favor...». La entrevistada no le dejó terminar: «Oiga, joven, ¿pero quien le ha dicho a usted esa tontería?».
Anacleto González Flores, el beato mártir mexicano por defender su Fe durante la persecución religiosa de los años veinte en México, ha sido nombrado como patrono de los laicos mexicanos, y esto ha sido oportunidad recordar su imagen y su papel en la Asociación Católica de la Juventud Mexicana.
Aparte de otras cosas personales, le pide la Virgen que se grabe una medalla con su imagen en la que aparezcan unos haces de gracia que se derraman desde sus manos para bien de los hombres. Luego, esa medalla ha de difundirse por el mundo. Es el comienzo de la Medalla Milagrosa.
La Virgen miró a Santa Catalina y le dijo: “este globo que ves representa al mundo entero, especialmente Francia y a cada alma en particular. Estos rayos simbolizan las gracias que yo derramo sobre los que las piden. Las perlas que no emiten rayos son las gracias de las almas que no piden”.