Reina Espinosa llegó a San Luis Río Colorado “sin querer queriendo”. Acabó en esta localidad del Estado mexicano de Sonora, fronteriza con Arizona, como podía haberlo hecho en cualquier otro punto de los más de 3,000 kilómetros que separan ambos países.
Sánchez Cordero aseguró que México no permitirá que se repita lo ocurrido en octubre, cuando caravanas de migrantes centroamericanos se enfrentaron con policías mexicanos en el principal puente fronterizo y al final entraron al país simplemente cruzando el río.
Una nueva oleada de migrantes procedentes de Africa jaquea también a la frontera de México con Estados Unidos, poniendo a prueba la capacidad de las autoridades para manejar el tema y dar alojamiento a cada vez más personas en busca del "sueño americano".
En la región pobre y montañosa de Guatemala de donde provenía la niña migrante que murió el mes pasado bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, el auge del aceite de palma está poniendo cada vez más presión sobre la población para emigrar.
Los niños, Felipe Gómez Alonso, de 8 años, y Jakelin Caal Maquín, de 7, enfermaron y murieron en diciembre después de cruzar la frontera suroeste de Estados Unidos con sus padres, y de que los detuviera la Patrulla Fronteriza.
Un pequeño altar con flores y veladoras yacía sobre una mesa dentro de la sencilla vivienda de madera en una remota región rural de Guatemala. Cerca de allí estaba un pequeño par de botas de hule, adecuadas para un niño de 8 años.
Intenta desviar la culpa de su gobierno por la muerte de 2 niños guatemaltecos este mes mientras estaban en custodia de las autoridades fronterizas, al asegurar que estaban “muy enfermos” cuando llegaron, a pesar de que las autoridades migratorias han dicho que ambos pasaron los exámenes de salud.
El gobierno de México se movilizó con sus pares de Centroamérica para desalentar una nueva caravana de inmigrantes a la que se está convocando en redes sociales y que planea partir el próximo 2 de enero desde Honduras.
El presidente Donald Trump amenazó el viernes con cerrar la frontera sur de Estados Unidos si el Congreso no acuerda habilitar los 5,000 millones de dólares necesarios para financiar el muro que prometió en el límite con México, además criticó a tres países centroamericanos por la ola de migrantes.
Durante un año, la colombiana Marnellis Muentes y sus vecinos han abierto las puertas de sus pequeñas viviendas a decenas de familias venezolanas en un barrio sobre una colina en la ciudad fronteriza de Cúcuta.
El papá de Felipe Gómez Alonzo escuchó rumores de que los padres y los niños podían cruzar la frontera de Estados Unidos para ingresar a ese país.
Las muertes de dos niños migrantes ocurridas este mes cuando estaban bajo custodia de las autoridades de Estados Unidos han aumentado el interés en la manera como el país enfrenta la oleada de familias y niños que entran al país por la frontera sur.
El impacto de la muerte de este niño ha sido instantáneo en el entramado burocrático que vigila la frontera con México. El pasado 8 de diciembre murió otra niña, Jakelin Ameí Caal, también de Guatemala, en circunstancias muy similares tras cruzar la frontera y también en Nuevo México.
Un niño de 8 años proveniente de Guatemala falleció en la madrugada del martes mientras estaba en custodia en Estados Unidos. Es la segunda muerte de un menor detenido en la frontera con México en menos de tres semanas.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha ordenado que se realicen revisiones médicas a todos los niños que están bajo su resguardo después de que un guatemalteco de 8 años muriera, siendo el segundo caso de un niño migrante que muere este mes estando bajo custodia.
El Gobierno mexicano, que llegó al poder el 1 de diciembre, saca pecho: “México es el primer país del mundo que ajusta sus políticas migratorias al pacto de la ONU”, dijo esta semana su canciller, Marcelo Ebrard.
Un niño guatemalteco de 8 años falleció el martes mientras estaba bajo resguardo de las autoridades de inmigración estadounidenses, informaron autoridades, siendo el segundo caso de un niño migrante que muere este mes estando bajo custodia federal en Estados Unidos.
Desde el 12 de octubre, al menos cuatro grupos organizados de centroamericanos partieron de Honduras para entrar a México y dirigirse a la frontera con Estados Unidos, en medio de amenazas del presidente Donald Trump de cortar la ayuda a los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala.
La secretaria de Seguridad Interior estadounidense, Kirstjen M. Nielsen, también ha confirmado una medida que considera "histórica" y que entrará en vigor con efecto "inmediato".
Claudia Maquín se despidió de su hija de 7 años hace una semanas. La niña y su padre dejaron este pueblo con la esperanza de construir una vida mejor en Estados Unidos. Ahora Claudia espera volver a ver a su hija, de quien tendrá que despedirse otra vez.
