MENSAJERÍA
¡Qué difícil ser abuelo!
Desde que se murió su mujer, hace ya 12 años, los días de Giorgio Angelozzi, un italiano de 79 años, eran largos y tristes. Pasaban semanas en las que no hablaba con nadie y sobre todo él, que había dedicado toda su vida a enseñar: rodeado de jóvenes, se sentía solo e inútil.