NACIONAL - Población
Gobierno en la mira por la tragedia
El gobierno de México fue acusado de ser en parte responsable de la tragedia de la perforación de una tubería de la petrolera Pemex que causó una explosión matando a al menos a 89 personas.
El gobierno de México fue acusado de ser en parte responsable de la tragedia de la perforación de una tubería de la petrolera Pemex que causó una explosión matando a al menos a 89 personas.
Cinco días después de la tragedia de la explosión de un ducto de gasolina en un poblado del céntrico estado de Hidalgo, decenas de personas aún deambulan desesperadas en los campos sembrados de alfalfa donde ocurrió el estallido en busca de los restos de sus familiares desaparecidos.
El Popocatéptl ha registrado a las 21.06 del martes (hora local) una fuerte explosión que ha originado una columna eruptiva de tres kilómetros de altura, según ha asegurado el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) en un comunicado.
La cifra de muertos por una explosión en un ducto de la petrolera estatal mexicana Pemex en el centro del país aumentó a 96, mientras que otras 48 personas heridas permanecen hospitalizadas, informó el martes el gobierno del estado Hidalgo.
La cifra de muertos a causa de la descomunal explosión e incendio una toma ilegal de gasolina en México se elevó el martes a 93 debido al fallecimiento de más heridos en hospitales.
El pueblo entero está triste. No hay familia que no tenga un hijo, un amigo o un compañero o vecino que no haya fallecido, esté herido o desaparecido desde que el viernes 18 de enero explotara un ducto de la petrolera paraestatal y cambiara la vida de todos.
El número de personas fallecidas a causa de la explosión ocurrida el pasado viernes en un oleoducto a la altura de la localidad mexicana de Tlahuelilpán (sureste) ha ascendido a 93, según ha informado este martes el secretario de Salud, Jorge Alcocer.
La cifra de muertos por una explosión en un ducto de la petrolera estatal mexicana Pemex en el centro del país aumentó a 94, mientras que otras 50 personas heridas permanecían hospitalizadas, informó el martes el gobierno del estado Hidalgo.
El estallido se produjo el viernes mientras una multitud recolectaba gasolina que salía a chorros de una fuga en el ducto Tula-Tuxpan, a pocos kilómetros de una importante refinería en el central estado Hidalgo, donde el robo de combustibles ha florecido en los últimos años.
La cifra de muertos por una explosión en un ducto de la petrolera estatal mexicana Pemex en el centro del país se elevó a 89, informó el lunes el gobierno.
Casi un mes después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, lanzó un ambicioso plan para acabar con el creciente robo de combustible, la estrategia destinada a acabar con la corrupción y el crimen organizado está bajo escrutinio.
Los habitantes del pueblo de Tlahuelilpan en el que 85 personas murieron por una explosión de gasolina dicen que los ladrones solían reunirse en la sección del oleoducto de la que se fugó, la cual había sido dañada y reparada repetidas veces.
El soldado asegura que, al poco de llegar, comunicaron la situación a Petróleos Mexicanos (Pemex). Esta versión difiere de la oficial, que sitúa la llegada del ejército después de las cinco de la tarde. Poco después de la patrulla comenzó a llegar la gente.
Varios de los fallecidos quedaron boca arriba, con los brazos extendidos, indicio de su agonía. Algunas víctimas al parecer se cubrieron el pecho en un último intento para protegerse de la explosión. Pocos cadáveres estaban juntos como si estuvieran unidos en un abrazo de muerte.
Expertos forenses intentaban separar y contar las pilas de cadáveres quemados en el centro de México donde una enorme bola de fuego envolvió a decenas de personas que recolectaban gasolina de un ducto perforado por ladrones y mató al menos a 66.
López Obrador, prometió el sábado redoblar los esfuerzos para combatir una epidemia de robo de combustible en el país después de que hubo un explosión en una toma clandestina de un oleoducto en el estado de Hidalgo que causó la muerte de 66 personas y dejó 76 heridos hasta el momento.
"Para evitar un enfrentamiento con la población", "los militares se replegaron". Poco después se produjo la explosión. La petrolera estatal Pemex cerró el oleoducto alrededor de las seis de la tarde, cuando detectó que el nivel de presión era inferior a lo habitual.
Una enorme bola de fuego que envolvió a decenas de personas que estaban recolectando combustible que escapaba de un oleoducto roto por ladrones en el centro de México mató a 21 personas y quemó gravemente a otras 71, en lo que fue la crónica de una tragedia anunciada.
Unos 200 habitantes se habían desplazado con bidones para intentar tomar el combustible que se acumulaba en el suelo, a pesar de que según el alcalde del municipio, Juan Pedro Cruz, los policías y militares que trataban de acordonar la zona les habían pedido que se retirasen del lugar.
Al menos 20 personas murieron y otras 71 resultaron heridas por la explosión en un ducto de la petrolera estatal mexicana Pemex en el centro del país provocada por una toma clandestina para la extracción de hidrocarburos, dijo el viernes el gobierno del central estado Hidalgo.