NACIONAL - Población
Suben a 134 los muertos por robo de gasolina en México
La cifra de muertos a raíz de una explosión de gasolina en una toma ilegal de un ducto en el centro de México se ha elevado a 134, informaron las autoridades el viernes.
La cifra de muertos a raíz de una explosión de gasolina en una toma ilegal de un ducto en el centro de México se ha elevado a 134, informaron las autoridades el viernes.
El gobierno del estado de Hidalgo, en el centro de México, dijo que 62 de las 81 personas que resultaron lesionadas en el incendio del 18 de enero han fallecido en los hospitales. Otras 68 murieron en el sitio de la explosión y la mayoría no pudo ser identificada debido a que quedaron calcinadas.
Días después de un estallido que generó una enorme bola de fuego cerca del pueblo mexicano de Tlahuelilpan, provocando la muerte de al menos 117 personas que extraían gasolina de un ducto, ladrones de combustible de la zona regresaron a trabajar como si nada hubiera pasado.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha enviado al presidente, Andrés Manuel López Obrador, una queja por el papel de los militares en la explosión del pasado viernes en Tlahuelilpan (Hidalgo).
Los habitantes del pueblo de Tlahuelilpan en el que 85 personas murieron por una explosión de gasolina dicen que los ladrones solían reunirse en la sección del oleoducto de la que se fugó, la cual había sido dañada y reparada repetidas veces.
El secretario de la Seguridad, Alfonso Durazo confirmó este domingo que el ejército mexicano tuvo conocimiento de la existencia de una fuga resultado de una toma ilegal a las 14:30, casi cuatro horas y media antes de la explosión en Tlahuelilpan, que ha causado la muerte de al menos 89 personas.
El soldado asegura que, al poco de llegar, comunicaron la situación a Petróleos Mexicanos (Pemex). Esta versión difiere de la oficial, que sitúa la llegada del ejército después de las cinco de la tarde. Poco después de la patrulla comenzó a llegar la gente.
Un testigo describió cómo una atmósfera casi festiva entre cientos de residentes locales que llenaban contenedores con combustible derramado se convirtió en horror cuando la explosión dispersó a la multitud en todas direcciones, ocasionándole quemaduras graves.
"Para evitar un enfrentamiento con la población", "los militares se replegaron". Poco después se produjo la explosión. La petrolera estatal Pemex cerró el oleoducto alrededor de las seis de la tarde, cuando detectó que el nivel de presión era inferior a lo habitual.
Una enorme bola de fuego que envolvió a decenas de personas que estaban recolectando combustible que escapaba de un oleoducto roto por ladrones en el centro de México mató a 21 personas y quemó gravemente a otras 71, en lo que fue la crónica de una tragedia anunciada.
Unos 200 habitantes se habían desplazado con bidones para intentar tomar el combustible que se acumulaba en el suelo, a pesar de que según el alcalde del municipio, Juan Pedro Cruz, los policías y militares que trataban de acordonar la zona les habían pedido que se retirasen del lugar.