MENSAJERÍA
En Pandemia… cuidado, con las otras “epidemias”
Mientras nos prevenimos de esta silenciosa, penetrante y nefasta pandemia, corremos el riesgo – estando en casa por la cuarentena – de caer en otras “epidemias”.
Mientras nos prevenimos de esta silenciosa, penetrante y nefasta pandemia, corremos el riesgo – estando en casa por la cuarentena – de caer en otras “epidemias”.
Fiesta de san Felipe y Santiago, apóstoles. Felipe, que, al igual que Pedro y Andrés, había nacido en Betsaida, era discípulo de Juan Bautista y fue llamado por el Señor para que le siguiera. Por su parte, Santiago, de sobrenombre "Justo", hijo de Alfeo y considerado como el pariente del Señor.
La cruz, con sus dos maderos, nos enseña quiénes somos y cuál es nuestra dignidad: el madero horizontal nos muestra el sentido de nuestro caminar, al que Jesucristo se ha unido haciéndose igual a nosotros en todo, excepto en el pecado. El madero que soportó los brazos abiertos del Señor.
San Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia, defendió con valentía la fe católica desde el tiempo del emperador Constantino hasta Valente, por lo cual tuvo que soportar numerosas asechanzas por parte de los arrianos y ser desterrado en varias ocasiones.
La costumbre nació en la antigua Grecia. El mes mayo era dedicado a Artemisa, la diosa de la fecundidad. Algo similar sucedía en la antigua Roma pues mayo era dedicado a Flora, la diosa de la vegetación.
El libro de la Sabiduría es un texto escrito en griego casi contemporáneo a las obras del Nuevo Testamento. Muestra el pensamiento más desarrollado sobre la sabiduría que se tiene en el Antiguo Testamento. Es escrito en Alejandría y recibe una influencia del pensamiento griego de la época.
San José, con su laboriosidad proveyó la subsistencia de María y de Jesús e inició al Hijo de Dios en los trabajos de los hombres. Por esta razón, el día de hoy, en que se celebra la fiesta del trabajo en muchas partes del mundo, todos los obreros cristianos honran a san José como modelo y patrono
En las Biblias evangélicas encontramos que a Dios se lo nombra como a «Jehová» y en las Biblias católicas le damos el nombre de «Yahvé». Muchos cristianos se preguntan: ¿por qué esta diferencia en el nombre de Dios? ¿qué debemos pensar de esto?
Se le recuerda principalmente como “el Papa de la victoria de Lepanto”, no porque fuera un hombre belicoso, sino porque con su autoridad y con su prestigio personal logró imponer una tregua en las discordias caseras de los Estados europeos y llevarlos a una “santa alianza”.
El texto continúa: Lo que está en juego es nada menos que la próxima generación – especialmente los varones –, que durante su desarrollo son especialmente vulnerables ante las fuerzas disgregadoras y los devastadores efectos del divorcio, la pobreza y el desempleo.
El mundo es frágil. Nos guste, o no nos guste. Pero por más previsiones que se hagan, por más planes que se elaboren, por más pronósticos que se divulguen en la prensa o en las redes sociales, hay crisis que rompen todos los esquemas y que llevan a resultados dramáticos.
Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia, que habiendo entrado en las Hermanas de la Penitencia de Santo Domingo, deseosa de conocer a Dios en sí misma y a sí misma en Dios, se esforzó en asemejarse a Cristo crucificado y trabajó también enérgica e incansablemente por la paz.
Numerosos artículos de opinión, en periódicos y redes sociales, sea por avance del coronavirus – que va provocando decenas de miles de muertes -, sea por el impacto económico que comienza a producir, se preguntan: ¿cómo será el día de mañana? A todos preocupa el después.
Tanto en sus misiones populares como en sus escritos, planta firmemente a Cristo Crucificado (cumbre de la verdadera sabiduría, la sabiduría Divina), y la devoción a María como medio insustituible y necesario para que Cristo se forme realmente en cada alma bautizada.
Leemos y escuchamos durante estos días muchos pronósticos respecto al Post-Coronavirus: unos rebosan optimismo, otros escepticismo, otros pesimismo. El Evangelio de este día nos ofrece una clave alternativa, por parte de Jesús. Y es válida también para la Iglesia y sus comunidades.
La mayoría de nosotros estamos familiarizados con el comentario del papa Francisco de que hoy la iglesia necesita ser un hospital de campaña. ¿Qué implica esto?
Su familia era pobre pero muy devota. Su hermana mayor entró en el convento cisterciense y su tío era ermitaño con fama popular de santidad. No tuvo dinero y ni siquiera se sabe su apellido. Sin embargo, logró lo único que es necesario para que la vida sea un verdadero éxito: la santidad.
San Anacleto fue el tercer Papa de la Iglesia, después de San Pedro y San Lino. Es referido en diversos escritos como Cleto, Anacleto o Anencleto, pero siempre se trata de la misma persona. Ocupó la cátedra de San Pedro durante los imperios de Vespasiano y Tito.
Fue discípulo de San Pedro e intérprete del mismo en su Evangelio, el segundo Evangelio canónico (el primero en escribirse). San Marcos escribió en griego con palabras sencillas y fuertes. Por su terminología se entiende que su audiencia era cristiana. Su Evangelio contiene historia y teología.
Ya son muchos los medios de comunicación y las redes que divulgan la opinión de quienes piensan que esta virosis mundial podría ser parte de alguna maniobra de guerra política y económica como se ha dado en otras épocas. ¿Será posible?