Turismo
A Acapulco solo le faltaba una pandemia
Eddson está sentado en el borde de la piscina y deja al sol el enorme tatuaje que le atraviesa la espalda: “Familia”. Se lo grabó hará unos cinco años, cuando mataron a su amigo a tiros y vio al padre y a la hermana en el cementerio, destrozados; la madre ya no estaba, se la llevó un cáncer.