El precandidato presidencial demócrata Joe Biden dijo el miércoles que el paquete de ayuda legislativo aprobado para hacer frente a la epidemia de coronavirus “es bastante completo”, pero que requiere una “supervisión meticulosa” y no abarca todo.
Ahora cocina para sí mismo, en casa, luego de ser despedido junto con cientos de miles de personas en todo Estados Unidos a causa de una afectación económica masiva por las medidas para frenar la propagación del coronavirus.
A medida que continúa extendiéndose por todo el planeta, la pandemia de coronavirus está golpeando fuertemente y con una velocidad sin precedentes a varios sectores de la economía mundial, como a los de bienes raíces, mercados financieros, cadenas minoristas y aerolíneas.
El Gobierno de Venezuela inició una nueva fase de conversaciones con China en busca de apoyo para enfrentar la caída de los precios del petróleo y la llegada del coronavirus, dijeron cuatro fuentes conocedoras de la negociación.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) instaron el miércoles a los acreedores bilaterales a ofrecer un alivio inmediato a los países más pobres del mundo, que enfrentan graves consecuencias por la rápida propagación del coronavirus.
El gobierno y el Congreso de Estados Unidos alcanzaron un acuerdo en las primeras horas del miércoles sobre un enorme plan de rescate sin precedente, de dos billones de dólares, que asista a trabajadores, empresas y un sistema de salud rebasado por la creciente pandemia de COVID-19.
Los republicanos y demócratas del Senado y la Casa Blanca llegaron a un acuerdo el miércoles de madrugada sobre un plan de estímulo de 2 billones de dólares para relanzar la primera economía del mundo, duramente golpeada por la pandemia de COVID-19.
Los precios del crudo subieron modestamente el martes, pero cerraron lejos de sus máximos del día ya que el fuerte impacto del coronavirus sobre la demanda compensó las expectativas de un paquete de alivio económico de 2 billones de dólares que podría aprobarse pronto en Estados Unidos.
Hoy por hoy cuesta encontrar alguien cuyos abuelos recuerden los padecimientos de la depresión de la década de 1930 o la cantidad de programas que lanzó el gobierno para tratar de salir a flote.
Estados Unidos es ya el tercer país del mundo con más casos registrados de Covid-19. El virus avanza imparable por el país, alterando todos sus tejidos, del social al económico, del político al moral. Hasta este lunes por la mañana, al menos 35,000 personas habían dado positivo en las pruebas.
La actividad económica en la zona euro se ha desplomado a la misma velocidad que se ha propagado el coronavirus por el continente, según un encuesta elaborada por IHS Markit entre 5,000 empresas de los principales países de la zona euro.
Una guerra de precios entre las potencias petroleras está dejando a muchos productores en América Latina con problemas para cubrir sus costos de extracción, lo que aumenta las posibilidades de recortes del bombeo y demoras en la inversión en los próximos meses.
Desde Caracas hasta Teherán, diversos funcionarios han pedido al gobierno de Estados Unidos que alivie las paralizantes sanciones económicas que, según ellos, están contribuyendo al creciente número de muertes causadas por la pandemia de coronavirus.
El presidente Donald Trump lo dijo sin rodeos: “No podemos dejar que la cura sea peor que la enfermedad”.
La votación 49-46 no logró los 60 sufragios necesarios para que el proyecto de 2 billones de dólares avance, en el segundo día de estancamiento legislativo. Solo un demócrata votó con los republicanos para aprobar el proyecto de ley.
Los precios del crudo subieron el lunes, mientras la gasolina en Estados Unidos cayó 30% a un récord mínimo en momentos en que la pandemia del coronavirus dinamita la demanda mundial de combustible por la contracción de la actividad del sector de viajes.
La Reserva Federal de Estados Unidos puso en marcha una nueva serie medidas extraordinarias dirigidas a responder a las “tremendas adversidades” que el brote coronavirus está causando a la economía, las que incluyen una gama sin precedentes de créditos a hogares, pequeñas empresas y corporaciones.
La administración del republicano Donald Trump volvió a fracasar este lunes al no conseguir luz verde en el Senado para su esperado plan de apoyo a la economía estadounidense, muy golpeada por la pandemia de coronavirus.
La recesión mundial por la pandemia de COVID-19 podría ser peor que la que siguió a la crisis financiera de 2008 y requerirá una respuesta sin precedentes, advirtió el lunes la directora gerente del Fondo Monetario Internacional durante una conferencia telefónica del G20.
Los precios del crudo extendían su declive el lunes, con un récord mínimo de los valores de la gasolina que presionaba a la baja el complejo energético, mientras la pandemia del coronavirus dinamita la demanda mundial por la contracción de la actividad de los sectores de viajes e industrial.
