TESTIMONIOS
Vosotros, que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor semejante a mi dolor
En lo alto de la Cruz, Nuestro Señor Jesucristo no sufrió solo en razón de los ultrajes morales y físicos que le fueron infligidos por sus verdugos. También padeció por todos los pecados que se cometerían hasta la consumación de los tiempos. Entre ellos, la Iglesia, sacudida por la tormenta feroz.