VUELTA AL MUNDO
Argentina: ¿qué izquierda está de vuelta?
La llegada de Mauricio Macri, en 2015, clausuró el ciclo progresista que doce años atrás había iniciado Néstor Kirchner (2003-2007) y continuado Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
La llegada de Mauricio Macri, en 2015, clausuró el ciclo progresista que doce años atrás había iniciado Néstor Kirchner (2003-2007) y continuado Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
Ya la ONU habló. Jean Arnault, enviado especial en Bolivia del Secretario General, exigió esta semana que «En un contexto electoral es esencial que no se realicen actos de persecución política, incluyendo el abuso de procedimientos judiciales».
La fuerza de la palabra Venezuela en el debate político tiene ya veinte años, desde que el comandante Hugo Chávez Frías apareció como un parteaguas. Pero cada ideología intenta sacar provecho de ella como puede, a despecho de la tragedia de los venezolanos.
Un sentimiento generalizado de insatisfacción e injusticia motiva protestas en toda la región. En 2019, manifestantes callejeros conmocionaron ciudades de todo el mundo. América Latina en particular experimentó una mayor agitación social que en cualquier otro momento de la historia reciente.
Hubo un tiempo, durante la Guerra Fría, en que las alianzas internacionales tendían a la reproducción de los mismos modelos políticos. Los socialismos reales de Europa del Este se parecían todos entre sí y las democracias occidentales, al margen de diferencias puntuales como las de los regímenes...
Prever que la coyuntura política de América Latina va a estar marcada por la incertidumbre y previsiblemente por el factor sorpresa no es arriesgado, en la medida en que a estas alturas del pasado año poco se sabía, por ejemplo, de la existencia de Juan Guaidó en Venezuela y los hervideros...
Sudamérica se está desmoronando. La rebelión popular en Chile —un país percibido por buena parte de sus vecinos como un ejemplo de éxito basado en el buen comportamiento— es solo el caso más extremo del descontento manifiesto (o a punto de estarlo) en casi todos los países de Sudamérica.
Cuando volvamos la vista atrás y miremos a 2019 desde la tranquilidad analítica que permite la distancia temporal, cuando busquemos un titular, una etiqueta para definir el año, es probable que le apellidemos “de las protestas”. No sabemos a ciencia cierta cuánta gente salió a las calles.
Desde hace apenas unos días, Alberto Fernández es el nuevo presidente argentino y esto abre un nuevo ciclo político. Ninguna experiencia política, por más tributaria a una tradición o a un partido que sea, es idéntica a la anterior.
En Argentina, país presidencial, el poder ejecutivo es unipersonal, compuesto por un presidente elegido por el pueblo. Una de sus primeras (y centrales) funciones es la de nombrar (y remover) a los integrantes de su gabinete, que estarán al frente de los principales departamentos.
El 10 de noviembre, Siempre! me publicó un artículo titulado Turbulencias Latinoamericanas, en el que me refería a los graves sucesos que estaban teniendo lugar en Perú, Ecuador, Chile y Bolivia, que parecían hacer tambalear a las democracias de América del Sur.
A las 2:25 de la madrugada del viernes 15 de noviembre, después de casi 30 horas de sesión parlamentaria, el presidente del senado chileno leyó el acuerdo alcanzado entre todas las fuerzas políticas para la elaboración de una nueva constitución.
Los españoles castigaron en las urnas a los partidos que siguen sin entender que un gobierno debe dialogar. Este es el momento de los estadistas que tanto necesita el país.
En la región más desigual del mundo, los ciudadanos han dejado de callar su descontento. Ese enojo no se apaga con la represión estatal, sino con escuchar lo que la sociedad pide. Y se acaba el tiempo.
Aunque queda la segunda vuelta del proceso electoral presidencial uruguayo, lo ocurrido los domingos 20 y 27 de octubre en las urnas en Bolivia, Argentina, Uruguay y Colombia permite hacer balance del año electoral en América Latina.
En Chile, el detonante fue el aumento a las tarifas del metro. En Líbano, se trató de un impuesto a las llamadas por WhatsApp. El gobierno de Arabia Saudita actuó en contra de los narguiles. En India, fueron las cebollas.
Es día de celebración en la Universidad Pública de El Alto, en Bolivia. La “universidad del pueblo”, reza el letrero de bienvenida. En el vestíbulo, decenas de personas aguardan su turno para asistir a la ceremonia de graduación de sus hijos, en muchos casos los primeros de la familia...
Protestas masivas en Ecuador. Brasil, bajo Jair Bolsonaro. El plan de paz colombiano se agrieta. Elecciones en Bolivia, Argentina y Uruguay. Venezuela en su laberinto. ¿Está viviendo un cambio de ciclo en América Latina?
Esta es, a mi modo de ver, la más tortuosa interpretación que pueda darse a aquellos sangrientos hechos. Su mejor y más estentóreo vocero fue, andando el tiempo, el dicaz Hugo Chávez.
El panorama social, económico y político que afronta el país vuelve a ser delicado. El gobierno no puede dar marcha atrás con las medidas emprendidas, debido a la presión de los organismos financieros internacionales. Una parte de la sociedad ecuatoriana ha decidido continuar con las protestas.