Reportajes
Cómo seguir siendo ciudadanos del mundo
Para preservar la antigua idea de que somos ciudadanos del mundo —y actualizarla en este contexto adverso— debemos ser pacientes y permanecer atentos. Esas dos viejas virtudes pasadas de moda, la paciencia y la atención, han vuelto a cobrar vigencia en esta época nerviosa, frenética, impaciente.