MENSAJERÍA
Todo pasa por algo
En segundo lugar, ayuda mucho el ejercitar la relación de amistad con Dios a través de la figura del hijo y el Padre. Tratar de acercarnos en la oración y el diálogo mental como un auténtico niño; inocente, confiado y sin ninguna preocupación porque se sabe protegido por sus padres que velan por él