MUY OPORTUNO
Falsa compasión
Una muy falsa compasión la practican algunos líderes espirituales. No hablan del pecado, o del juicio final, o del infierno eterno para el que obró mal y no se arrepintió. “No asustemos a la gente, sino procuremos su contento pues, después de todo —aseguran— Dios es demasiado bueno”.