El Real Madrid y el París Saint-Germain inician este miércoles un duelo de gigantes en octavos de final de la Liga de Campeones, una eliminatoria entre dos firmes candidatos al título, en la que se juega toda su temporada a una carta los de Zinedine Zidane ante un rival con sueños de grandeza.
El luso aventaja en dos al portero español Iker Casillas, exjugador del Real Madrid y actualmente en el Oporto, y al propio Messi, mientras que el sueco Zlatan Ibrahimovic sumó 23 entre Juventus, Inter, Barcelona, Milan y PSG, los mismos que el azulgrana Andrés Iniesta.
Las esperanzas del madridismo reviven antes de una eliminatoria ante el PSG que marcará la temporada del Real Madrid, gracias al olfato goleador del portugués Cristiano Ronaldo, de vuelta en 2018 con dos dobletes y enchufado antes de la gran cita con su primer triplete de la temporada.
El Mónaco, que goza de importantes ventajas fiscales para sus trabajadores extranjeros, ha reducido su masa salarial, al igual que el Lyon, que ha vendido a algunos de sus jugadores más caros y tiene ahora en el hispano-dominicano Mariano Díaz al mejor pagado, con 350,000 euros brutos al mes.
Aunque tiene firmado un contrato hasta los 36 años, los rumores sobre su futuro son cada vez más ruidosos y la diferencia salarial con estrellas de su nivel como el argentino Leo Messi o el brasileño Neymar, provocan que el presidente Florentino Pérez esté cerca de acordar una nueva mejora.
La expulsión del veterano lateral brasileño Dani Alves el pasado domingo en Lyon, cuando el equipo firmó la segunda derrota en un campeonato doméstico que lidera aún con holgura, muestran que el equipo cae en estado febril cuando enfrente campa un rival de peso.
"No hablo de hacer las cosas mejor, estoy hablando de ganar partidos. Las cosas se pueden hacer mejor, como siempre, cuando no se gana es por algo. Nosotros no podemos cambiar y tirar todo. Ahora, lo que queremos es ganar partidos. Es lo que va a cambiar la dinámica", manifestó.
