REFLEXIONES
La tumba sin nombre
Por otra parte, aquellos que dicen no creer en nada, caen en la contradicción. Porque creer que Dios no existe, así como creer que no hay un Más Allá tras la muerte, ya es un creencia en si misma; creencia esta que, en el caso de algunos ateos militantes, adquiere el rango de dogma de fe.