MUY OPORTUNO
¡No caigamos en la trampa de la autocompasión!
Los directores espirituales, los psicólogos, los psiquiatras, los amigos, las personas que han ganado la confianza de otras, están acostumbradas a escuchar una sentencia enunciada de infinitas de maneras: ¡No valgo! ¡Nada me sale bien! ¡Pobre de mí!