MUY OPORTUNO
¡A veces los elegidos de Dios lo traicionan!
La barca de Pedro, la Iglesia que navega en el tiempo hacia su puerto eterno en el cielo, nunca naufragará, no porque aquéllos que la conducen no cometan todos los pecados posibles para hundirla, sino porque Cristo, que también está en la barca, la mantendrá firme en medio de las peores tempestades