DETRÁS DEL MURO
Centroamericanos frenados por Trump, luego por la pandemia
Lo tenía casi todo listo. Por fin iba a reunirse con su esposo en Estados Unidos, al que hacía 20 años que no veía, y con su hija, de la que llevaba tres años separada.
Lo tenía casi todo listo. Por fin iba a reunirse con su esposo en Estados Unidos, al que hacía 20 años que no veía, y con su hija, de la que llevaba tres años separada.
La haitiana, de 45 años, estuvo primero en República Dominicana y luego en Chile. De ahí partió a Panamá con el fin de enfilar hacia los Estados Unidos en busca de trabajo para ayudar a sus 14 hermanos y a su anciana madre que dejó atrás.
La inmigración indocumentada a lo largo de la frontera suroeste de Estados Unidos ha aumentado después de un periodo de estancamiento, ya que las dificultades económicas, empeoradas por la pandemia, han llevado a miles de personas hacia el norte en busca de trabajo.
Durante más de una década, Flavius Tudor ha compartido con su madre, quien vive en Rumania, el dinero que ha ganado en el Reino Unido y le ha enviado de manera periódica la suma que le permitía comprar sus medicamentos. El mes pasado, el flujo se revirtió.
Admild, un inmigrante haitiano indocumentado en Estados Unidos, se sentía mal cuando se acercó al avión de deportación que lo llevaría de regreso a su país de origen, del cual había huido con terror. Dos semanas antes de ese día de mayo, mientras estaba detenido en las instalaciones del Servicio...
El coronavirus unificó en forma repentina mi experiencia de vivir en dos países, con dos horarios, entre el mundo tangible y la realidad virtual. Durante seis meses di clases en Stanford y viví en San Francisco. Llegué en septiembre de 2019 y salí en marzo de 2020. En ese lapso, mi mente se...
Después de siete años de crisis económica, numerosas madres y padres han tenido que abandonar el país y se han visto obligados a dejar a sus hijos en manos de familiares, amigos y, a veces, solos.
La crisis de refugiados de Venezuela es la peor que se ha experimentado en América Latina. En los últimos quince años, más de cinco millones de venezolanos, una cifra que equivale al 16 por ciento de la población, han abandonado su país.
Solo que entonces las autoridades buscaban atraer inmigrantes, especialmente británicos, para aumentar la población y ahora la política migratoria se centra en atraer trabajadores y migrantes temporales cualificados para cubrir las necesidades del mercado laboral.
Un fallo de la Corte Constitucional de Colombia le dio a los hijos de venezolanos nacidos en ese país el derecho a la nacionalidad. Es el primer paso para resarcir una deuda histórica con la nación que recibió a miles de colombianos en sus años de bonanza.
En la calle el termómetro marca 36 grados, en ese cuarto insalubre en el centro de Tapachula la sensación es de por lo menos cinco más. No ha pronunciado una palabra desde que salieron de la estación migratoria Siglo XXI, donde estuvieron detenidos 24 días.
La lista de desafíos que aún enfrenta el muro “grande y hermoso” de Trump incluye una investigación a los contratos de construcción, demoras en el financiamiento y una decisión legal reciente de bloquear el acceso de emergencia a los fondos del Departamento de Defensa para construirlo.
Migrar no es una decisión fácil. Aunque los beneficios de un mayor salario y mejores condiciones de vida en el lugar de destino hacen atractivo este camino, sus costos son enormes y van más allá de los meramente económicos que supone el viaje.
El campo de refugiados de Moria, situado en la isla griega de Lesbos, en el que malviven desde hace años más de 15,000 migrantes en condiciones inhumanas, se ha convertido en el símbolo de un fracaso ético y político que Europa no puede permitirse por más tiempo.
El cierre de fronteras en febrero de este año se convirtió en un negocio que encrudeció, aún más, el camino de los migrantes venezolanos hacia Brasil.
El tráiler de Essex estaba registrado a nombre de un ciudadano irlandés en Varna, el puerto búlgaro sobre el Mar Negro, una de las puertas de entrada a Europa de las redes de los traficantes de seres humanos. Estas se extienden desde el Sureste asiático a los puertos del Mar del Norte.
La tendencia se ha mantenido durante un siglo: los descendientes de quienes migraron a Estados Unidos tienden a superar a los hijos de estadounidenses en situación similar de pobreza.
Una investigación de Julie Hirschfeld Davis y Michael Shear, reportearos de The New York Times, revela que los negociadores del equipo de trabajo del canciller Marcelo Ebrard se reunieron con funcionarios estadunidenses para acordar la recepción en territorio mexicano de miles de deportados.
Hace un año, el viernes 12 de octubre de 2018, unas 200 personas comenzaron a juntarse en la estación de autobuses de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, con un único objetivo: largarse del país. Y lo hicieron. Y atravesaron tres países.
Los tres países centroamericanos están entre las 12 naciones que más nuevas solicitudes de asilo hicieron en 2018 en todo el mundo. Solo ciudadanos de seis países pidieron más asilos a nivel mundial que los salvadoreños y los hondureños: venezolanos, afganos, sirios, iraquíes, congoleses y eritreos.