TESTIMONIOS
El Ciego que Veía el Misterio sobre las cicatrices del odio
Desde que cayó el Muro no había vuelto a Berlín. Me encuentro una ciudad casi desconocida. Aquel Muro, símbolo de una escisión en dos de la humanidad, ha quedado reducido a una cicatriz en forma de reguero de adoquines que atraviesa la ciudad recordando aquel trazado infame.