Espectáculos
Plácido Domingo, la caída del divo
Hasta para la caída, Plácido Domingo ha preferido cierto sentido del espectáculo. Una épica del patetismo, podríamos decir. A pesar suyo y a conciencia, una vez con las cartas boca arriba. Con pulso incluido. Con tensión, con drama. En escena, reivindicándose, y en público, autoinculpándose.