Reportajes
Latinos recuerdan a fallecidos de COVID en Día de Muertos
Matilde Gómez quiere que su madre, Gume, sepa lo mucho que aprecia su cariño y sacrificio. Así que pondrá sus sentimientos en una carta. Sólo que Gume Salazar nunca la leerá.
Matilde Gómez quiere que su madre, Gume, sepa lo mucho que aprecia su cariño y sacrificio. Así que pondrá sus sentimientos en una carta. Sólo que Gume Salazar nunca la leerá.
En el patio trasero de un restaurante de arepas en Doral, parte del Miami metropolitano, alrededor de unas mesas de dominó y unos cafés negros cubanos, se ha reunido este jueves parte del núcleo duro de la diáspora venezolana con un propósito: organizar una caravana para apoyar a Donald Trump...
Bonnie y Mike son dos afroamericanos que se conocieron hace más de 25 años, cuando ella organizaba un partido de básquetbol para apoyar un programa escolar patrocinado por AT&T. Trabajó allí hasta hace un par de años. Él sigue trabajando allí como técnico.
El alcalde de la localidad alemana de los ancestros de Donald Trump anunció antes de su sorpresiva elección en 2016 que si hacía algo "grande" para Estados Unidos o el mundo como presidente, colocaría una placa en su honor. Cuatro años después, todavía no la hay.
Joe Biden, de 77 años, estuvo en dos ocasiones: primero en 2016, recibido por una multitud, que llegó para ver al vicepresidente de Barack Obama, y después en 2017, durante una visita a un hospital regional, dos años después de la muerte de su hijo Beau a causa de un cáncer.
La celebración del Día de Muertos en México no será igual este fin de semana en un año marcado por la muerte, en un país en el que más de 90,000 personas han fallecido por COVID-19.
Con la llegada de la primavera (austral) y superada en agosto la etapa más dura de la pandemia en el país, los limeños han vuelto a los parques y muchos aprovechan para leer los anhelos que otros dejaron en el muro o escribir los propios para "cuando esto termine".
Después de contraer coronavirus en marzo, Michael Reagan olvidó todos los recuerdos de sus doce días de vacaciones en París, a pesar de que el viaje había sido unas semanas antes. Varias semanas después de que Erica Taylor se recuperó de los síntomas de náuseas y tos por la COVID-19, se volvió...
Profesionales y técnicos venezolanos tratan de subsistir con la preparación de dulces, la fabricación de juguetes o las ventas de productos de limpieza, en la medida que la cuarentena que busca contener el brote del coronavirus ha debilitado más una economía que lleva seis años de recesión.
Las razones para cualquier suicidio son complejas. Y muchas de las tensiones que los japoneses sienten son universales: ellos, como tantos otros, sienten las despiadadas demandas de las redes sociales, donde la gente siente que debe cultivar una narrativa de éxito y felicidad eternos.
Mientras algunos Estados decretan nuevos impuestos a las grandes fortunas y en todo el mundo gana partidarios la implantación de una renta básica universal, cada vez está más claro que estos momentos excepcionales reclaman medidas igualmente históricas.
Bash rechazó los casos, pero Rosenstein “instruyó que, conforme a la política del fiscal general, NO deberíamos rechazar de manera categórica casos de inmigración que involucren a adultos que vengan con sus familias debido a la edad de un menor”.
Proyectos así son los que está germinando Fuerza Migrante, una plataforma binacional, con integrantes en Estados Unidos y en México. Sus miembros están interesados en invertir en su país natal para evitar que sus compatriotas se vean forzados a emigrar a Estados Unidos.
Las restricciones a los viajes dentro del territorio son cosa del pasado: ya no es necesario guardar cuarentena tras desplazamientos internos, el veto a los viajes en grupo se eliminó este verano y solo persisten los controles de temperatura
Los pasillos están vacíos y silenciosos en la Universidad Central de Venezuela (UCV), la más grande y antigua del país, ya sus 32,000 estudiantes han sido evacuados por la pandemia de COVID-19.
Mientras el mundo se convulsiona en una crisis y decenas de millones de personas se preparan para trabajar durante largo tiempo desde casa, una pregunta se cierne sobre todos: ¿quién paga el té y el papel higiénico? La respuesta, según los holandeses, es el empleador.
Cuando el coronavirus llegó a Chile y acabó abruptamente con el trabajo de Lorena Rodríguez, la niñera de 47 años tomó la dolorosa decisión de empeñar sus joyas -regalos de décadas anteriores- para tener dinero en efectivo.
La temperatura cae y han guardado las sombrillas hasta el próximo verano. Pero muchos neoyorquinos adinerados, atemorizados por la pandemia de coronavirus y el alza del crimen, han optado por quedarse en sus casas de veraneo en los Hamptons, un balneario a dos horas de automóvil.
Larry Brown pasó unos 80 días en un hospital de Indianápolis en la primavera, luchando contra el COVID-19 y casi muere. Su viaje desde que regresó a casa en junio ha estado lleno de incógnitas.
La pandemia —causada por un nuevo coronavirus que probablemente se propagó de un animal salvaje a los humanos en buena medida como resultado de la destrucción de los ecosistemas en China— ha exacerbado esa deuda.