MUY OPORTUNO
Restablecer los vínculos de la esperanza y de la vida
Que la vergüenza y el dolor que podemos sentir por nuestros pecados no nos hagan caer en la tentación de la desesperanza, sino que tocándonos el corazón reconozcamos el inmenso amor del Padre que nunca ha renunciado a nosotros, a pesar de nuestro rompimiento y rebeldía.